Lendoiro sume al Deportivo en el caos y en una total incertidumbre

Pedro José Barreiros Pereira
P. Barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

La falta de explicaciones del presidente desconcierta a los empleados y paraliza el club

21 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El Deportivo languidece en un junio triste y gris en A Coruña. Con el paso de los días la preocupación y la incertidumbre se abren paso en el deportivismo, que asiste atónito a la lenta descomposición de su queridísima y centenaria entidad. El caos se apodera de las actuaciones de los directivos y ni tan siquiera sus propios empleados encuentran respuestas a una situación de desenlace incierto.

Hace veinte días que el Deportivo descendió lastimosamente a Segunda División con 156 millones de euros de deuda y nada ha sucedido entretanto. Ningún dirigente ha asumido responsabilidad alguna en el descalabro, el segundo en solo dos años. Tan solo se ha anunciado la marcha de algunas de las figuras más queridas sobre el césped, entre ellas el mago Valerón y el goleador Riki, mientras en los despachos Lendoiro y sus colaboradores permanecen atrincherados.

Los profesionales ligados aún por contrato al club se levantan cada mañana con la preocupación de que sea la última. El reciente ejemplo de la Unión Deportiva Salamanca y la falta de respuestas desde la Plaza de Pontevedra sirven como caldo de cultivo de una situación angustiosa y desasosegante.

El reloj corre en contra. Con el club cada vez más aislado el 30 de junio se vislumbra ya en el horizonte como una seria amenaza para el sostenimiento de la entidad. Las denuncias por los impagos a futbolistas y entrenadores, así como la falta de capacidad para llegar a acuerdos, pueden abocar al Deportivo a un nuevo descenso administrativo de fatales consecuencias. Cada vez resulta más complicado entender cómo se las va a apañar Fernando Vázquez para levantar un equipo ilusionante y que pueda llegar a triunfar desde una estructura tan viciada.

A todo ello hay que añadir la intervención del abogado del club en el diario deportivo DXT Campeón. Las críticas de uno de los más estrechos colaboradores de Lendoiro han aumentado el desconcierto y se convierten en un reflejo más de su altísima precariedad. Hasta el profesional encargado de defender su actuación en el proceso concursal le abandona.

Así, el ambiente en el seno de la entidad parece de guerra civil, mientras los empleados no encuentran a quien dirigir sus preguntas: ¿cuándo se arreglarán los problemas y el club podrá disipar definitivamente la sombra de liquidación que crece cada día sobre él? ¿Cuándo se va a producir la salida de Lendoiro, pues ni los acreedores ni su propio abogado confían ya en él? ¿Y una vez abandone el sillón, cuándo se firmará el convenio de acreedores? ¿De cuánto dinero se dispone para confeccionar la plantilla y para diseñar la próxima temporada en las categorías inferiores? ¿A quién deben dirigirse los futbolistas y sus agentes, cuando el el secretario técnico no tiene ningún peso? ¿Qué va a suceder con las empresas filiales del club, cuyos empleados siguen pendientes de las decisiones de los nuevos administradores?