El Deportivo cae en Málaga y a Riazor le tocará vivir una última jornada de infarto

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

LOF

El cuadro de Fernando Vázquez sigue dependiendo de sí mismo para lograr la añorada salvación

27 may 2013 . Actualizado a las 11:41 h.

Era el día D a la hora H, pero el desembarco en La Rosaleda fue catastrófico. El Dépor llegó a Málaga con opciones de firmar la permanencia y convertir el último encuentro en una fiesta, pero patinó y a Riazor le tocará vivir una jornada 38 de infarto. Depende de sí mismo. Y una victoria ante La Real Sociedad permitirá a los aficionados apagar los transistores y arrancar corriendo hacia Cuatro Caminos. Sin embargo, con un empate o una derrota entraría en una serie de combinaciones en las que casi siempre acabarían sus huesos en Segunda.

En esta tarde el cuadro de Fernando Vázquez dejó en evidencia sus limitaciones. En nada se pareció a ese equipo rocoso de hace un mes. Atacó mal y defendió peor para caer con justicia por 3-1. Aranzubia se convirtió en el mejor jugador visitante. Y es que el riojano, entre salidas providenciales y paradas milagrosas, evitó, al menos, otros tres goles del Málaga.

El veterano Saviola ganó la espalda de Silvio en la última jugada del primer acto y clavó un puñal en los corazones blanquiazules. Fue el punto de inflexión del partido, ya que hasta el momento el cuero no tenía dueño. Salvo un disparo desde la frontal y un remate forzado de cada equipo, apenas se registraron opciones de gol. Pero la aparición del Conejo marcó un antes y un después.

Al regreso de los vestuarios el partido apareció roto, y el Dépor, exigido por la clasificación y por los resultados desfavorables de los otros estadios, no logró llevarlo hasta el terreno que más le convenía. Cerrarse y contragolpear. El cuadro de Fernando Vázquez entró en un intercambio de golpes ante un púgil de altura y se descompuso. Especialmente cuando recibió el segundo gol. Baptista olió sangre en un balón mal protegido por Aythami y tumbó al canario para firmar el segundo. El central herculino, otras veces tan contundente, se complicó la vida de manera innecesaria.

Aranzubia y Salomao resucitaron el partido

Restaba media hora por delante pero Fernando Vázquez decidió meter toda la carne en el asador. Sacó a Silvio y a Ayoze del campo para dar entrada a Salomao y a Oliveira, dejando sobre el césped a dos defensores. Por si acaso Aythami y Zé Castro no habían tenido suficiente trabajo hasta entonces, el de Castrofeito decidió prescindir de los laterales. Aranzubia y Salomao, con un gol acrobático, resucitaron el partido. Pero el conjunto de Pellegrini llegaba muy cómodo y el cántaro rompió. Isco rompió a Aythami y disparó a quemarropa para firmar la sentencia.

Riazor vivirá una jornada de infarto en la última jornada. Recibe a una Real Sociedad que se juega su presencia en Liga de Campeones para el próximo curso.

3 - Málaga CF: Caballero; Gámez, Weligton, Demichelis, Eliseu; Joaquín (Duda, m.82), Toulalan, Iturra (Camacho, m.58), Isco; Baptista y Saviola (Sebastián Fernández, m.65).

1 - Deportivo: Aranzubía; Silvio (Salomao, m.69), Aythami (Bergantiños, m.82), Zé Castro, Ayoze (Nelson Oliveira, m.65); Bruno Gama, Abel Aguilar, Juan Domínguez, Pizzi; Valerón y Riki.

Goles: 1-0, M.45: Saviola. 2-0, M.64: Baptista. 2-1, M.75: Salomao. 3-1, M.80: Isco.

Árbitro: Delgado Ferreiro (Colegio Vasco). Mostró tarjetas amarillas a los locales Iturra (m.55) y Gámez (m.90) y al visitante Juan Domínguez (m.66).