El Dépor mima el aspecto psicológico de sus jugadores

Pedro José Barreiros Pereira
P. Barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Fernando Vázquez, en la imagen junto a Pizzi, quiere evitar la relajación de sus jugadores.
Fernando Vázquez, en la imagen junto a Pizzi, quiere evitar la relajación de sus jugadores. manuel marras< / span>

La plantilla se concentró ayer y el psicólogo participó en el último entrenamiento

06 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Dos victorias consecutivas y una afición que jalea a sus futbolistas allá por donde van pueden acabar por despistar a cualquiera. Y más, si después de las dos últimas y tremendas alegrías se cae en la tentación de perder la perspectiva y olvidan que aún quedan otras seis victorias más por sumar para alcanzar los ocho triunfos marcados como objetivo al arranque de la era Fernando Vázquez. En este campo de batalla lucha el cuerpo técnico deportivista, que diseña al detalle el plan de sus futbolistas para el partido de esta tarde. A los matices meramente de juego (Vázquez ya ha anunciado que su equipo saldrá a por el Zaragoza), se une el mimo con que acometen el aspecto mental.

Tras el entrenamiento de ayer, al que asistió el psicólogo del club, Macario Bravo, quien se retiró del césped mientras charlaba con el entrenador, Abel Aguilar reconoció: «Tenemos que tener mucha tranquilidad por la situación. Lo hemos hablado y, con el equipo que tenemos, no nos puede ganar la ansiedad, ni la presión, ni ninguna otra cosa. Vamos a jugar de local, con nuestra gente, con el apoyo de nuestra afición y eso, al contrario, nos tiene que dar mucha más tranquilidad y ganas. Pero que la tranquilidad no se convierta en relajación. Antes que tengamos calma para jugar, disfrutar del equipo que tenemos para jugar, que es un gran equipo, y seguramente que siendo así el resultado va a llegar».

Tranquilidad

Sus palabras sonaron a las que había pronunciado su técnico nada más ganar en Palma, cuando recordó que su equipo aún no había conseguido nada. Vázquez todavía dio un paso más el pasado jueves, pues llegó a pedir distancia a la afición: «Mi experiencia me dice que el equipo debería estar tranquilo y calmado. Esa ayuda, especialmente si es a distancia, quiero decir a metros, cuando lleguemos al campo... pero hasta ahí. Desearía que el equipo estuviera tranquilo y calmado».

Quizá por este motivo, y como novedad respecto a los últimos encuentros en casa desde la llegada del preparador de Castrofeito, cuando los jugadores habían pernoctado en sus domicilios antes de reunirse en la misma jornada del partido, los 18 convocados se concentraron ayer en un hotel de A Coruña. Allí habrá tiempo para que los futbolistas descansen y para profundizar en las últimas premisas tácticas para doblegar a un rival directo.

También cabe la posibilidad de que el cuerpo técnico los someta a un baño de realidad como el que dio ayer mismo Riki con sus declaraciones al término de la sesión: ««Seguimos estando abajo. Estos dos resultados [se refiere a los triunfos ante Celta y Mallorca] nos han acercado más a la permanencia, y en tema de confianza y moral, nos dan mucha. Un equipo como este lo nota para bien. Si ganamos mañana (por hoy) se vería todo diferente porque estaríamos más cerca, pero seguiríamos abajo», indicó. Todo un aviso en contra de las celebraciones anticipadas.