El informe acusa a Lendoiro de gestionar el club de forma «temeraria y errada»

Alexandre Centeno Liste
Alexandre Centeno A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Los administradores concursales lo consideran responsable de la quiebra del Deportivo

19 mar 2013 . Actualizado a las 19:41 h.

El informe concursal elaborado por AD Cryex es concluyente. Culpa a Lendoiro y su consejo de administración de haber conducido al Deportivo a la ruina. Considera que su actuación fue dañina para la sociedad porque han mantenido «un modo de gestión ajeno a la realidad, asumiendo gastos e inversiones en múltiples aspectos (jugadores y otros profesionales, agentes, clubes propios y concertados, filiales, fomento del fútbol base, instalaciones.) por cuantías absolutamente alejadas de las posibilidades económicas de la sociedad». Estas son algunas de las claves que aportan para entender el modo en el que el Deportivo ha llegado a su actual situación.

Patrimonio negativo

El club lleva en causa de disolución desde el año 2006

La administración concursal sitúa como punto clave en su análisis el 2006, cuando el patrimonio neto era positivo. Un año después, ya era negativo y, supuestamente, comenzaron las irregularidades contables.

«Al inicio del ejercicio 2005-2006 el patrimonio neto ascendía, según las cuentas anuales del período anterior, a 15.223.549,89 euros; como el ejercicio terminó por sus operaciones reales con pérdidas por 17.903.124,28 euros, la sociedad quedaba sin patrimonio alguno y, por tanto, en causa legal de disolución y, para aparentar una situación diferente, se registró como beneficio extraordinario del ejercicio la valoración asignada a la concesión administrativa sobre el estadio de Riazor, que el Código de Comercio prohíbe expresamente porque no tuvo coste de adquisición», recoge el informe concursal.

Las cuentas

Los directivos ocultaron «pérdidas cuantiosas y recurrentes»

Una vez que Lendoiro y sus consejeros optaron por incluir como beneficio extraordinario la tasación del estadio, los siguientes ejercicios fueron, según los administradores, un calco del anterior, ocultándose de esta manera «perdidas cuantiosas y recurrentes». Así lo explican: «En los ejercicios siguientes se continuó con esta clase de artificios y, una vez agotadas las posibilidades de seguir revalorizando progresivamente activos, se dejaron de ingresar deudas para con la Agencia Tributaria. De esta manera, las cuentas anuales muestran siempre beneficios, ciertamente mínimos, cuando si se hubiese actuado con respeto a las normas imperativas, se habrían evidenciado pérdidas cuantiosas y recurrentes».

El día a día

Lendoiro llevó el club a una «huida hacia delante, como si las deudas no hubiera que pagarlas»

Una vez expuesto que el origen de la insolvencia estaba en que Lendoiro había sometido al club a una vorágine de gastos desorbitados, los administradores explican que ahí comenzó una «huida hacia delante» con unos gastos superiores a los ingresos. «El patrimonio se agotó tiempo ha, al ser los gastos superiores a los ingresos, siguiendo el ritmo como si las deudas no hubiese que pagarlas, o los compromisos pudiesen olvidarse, en una estrategia de huida hacia delante que solo podía conducir, como sucedió, a que el déficit crezca progresivamente hasta niveles abismales».

Excusas

«Echar la culpa a Hacienda constituye un sarcasmo»

Cryex acusa a Lendoiro y su consejo de utilizar los embargos como cortina de humo para desviar la atención: «Echar la culpa a la Agencia Tributaria, o a los demás acreedores, por el ejercicio legítimo de sus facultades legales, constituye un sarcasmo tras del que se pretende evitar el reconocimiento del fracaso de una política empresarial temeraria y errada».

Retraso

«Han incumplido durante años la obligación legal de solicitar el concurso»

Uno de los errores que la administración concursal achaca a Lendoiro y su consejo es que durante años evitó la presentación del concurso, algo que le resulta inexplicable. Incluso adelantándolo solo un mes, el Deportivo no estaría ahora tan asfixiado, ya que hubiera evitado el último embargo de Hacienda. «Lo que resulta evidente es que los administradores han incumplido manifiestamente, durante años, la obligación legal de solicitar el concurso, y acudieron a ello cuando ya materialmente les era imposible continuar ni un día».