Su salida podría propiciar en cambio la entrada de empresarios solventes
19 feb 2013 . Actualizado a las 18:32 h.El Deportivo está atravesando un proceso concursal de difícil resolución. La situación a la que ha llevado Lendoiro al club es tan grave que, suceda lo que suceda, la herencia que dejará lastrará durante años el futuro de la entidad blanquiazul.
Deportivamente
Será difícil pujar por futbolistas de nivel
Deportivamente, el equipo blanquiazul es el colista de Primera División, a ocho puntos de la salvación. En el caso de que se consumara el descenso, a diferencia del anterior, el Dépor no podría confeccionar una plantilla tan competitiva. Dispondría de un presupuesto mínimo y no habría un seguro de descenso en la cuantía del anterior. Habría que recurrir a la cantera de Abegondo y a jugadores no solo a coste cero, sino también con salarios muy reducidos. En cualquier caso, con independencia de la categoría en que juegue el equipo en los próximos años, lo que parece claro es que será austero durante mucho tiempo.
Situación patrimonial
Si se confirma que el club está en causa de disolución, se necesitaría una fuerte inyección de capital
En el escrito en el que los administradores concursales piden a la jueza que le retire a Lendoiro la gestión económica, se dice que «bastaba la correcta contabilización de los asuntos reflejados (en la auditoría) como salvedades, para evidenciar que la sociedad se encontraba en causa de disolución obligatoria por tener un patrimonio neto negativo, circunstancia que no se expresa en los informes». De confirmarse tal situación, solo se podrá devolver el equilibrio patrimonial mediante una ampliación de capital o una importante inyección de dinero procedente del exterior.
El convenio
Si se negocia un convenio, por bueno que sea, la entidad arrastrará una pesada mochila anual
Uno de los puntos claves del proceso concursal será la negociación del convenio. Al margen de la quita que se consiga, serán vitales los acuerdos que se alcancen con Hacienda y NCG, principales acreedores y que tendrán una gran parte de la deuda catalogada como privilegiada. En el mejor de los casos, durante años, el Deportivo tendrá que destinar una buena cantidad de millones al pago de sus débitos.
Inversores
La salida de Lendoiro y la desaparición de la opacidad podría abrir la puerta a inversores que antes no se atrevían
Si bien Lendoiro dejará tierra quemada tras su paso, si el club sobrevive a este duro momento podría abrirse una nueva etapa para la esperanza de la centenaria entidad coruñesa. Hasta hace poco, la figura de Lendoiro y su opacidad en la gestión se convirtieron en un obstáculo importantísimo para inversores solventes y serios que quisieran de alguna manera ayudar al club blanquiazul o hacer negocios con él. Lendoiro solo admitía la llegada de dinero, pero siempre y cuando él mantuviera el control absoluto sobre la gestión y siguiera haciendo las cosas a su manera.
Si se confirmara la salida del actual presidente, se abriría la puerta a la posible entrada de ayudas de personas con poder económico y alto prestigio social. Quizá esta sea, además, la única posibilidad de supervivencia de la entidad, la llegada de empresarios que, aunque sea muy difícil, puedan salvar el muro de la gigantesca deuda que ha dejado en el club los años de gestión de Lendoiro.