Oltra había llegado a A Coruña el 29 de mayo del 2011 con un contrato por un año prorrogable por otro más si, como logró, subía al equipo a Primera División. Héroe del ascenso, nunca supo gestionar su éxito. El despido se convierte en la consecuencia a una trayectoria errática del Deportivo dentro y fuera del terreno de juego. Dos últimos meses aciagos, en los que apenas sumó un triunfo y dos empates, dibujaron el telón de fondo de un sainete en el que no faltaron las declaraciones cruzadas entre los protagonistas y el deterioro definitivo de la economía del club.