Mañana seguirá soplando el viento del norte, que empezará a canalizar aire frío desde altas latitudes. Al estar a finales de abril, la masa de aire no será tan gélida como en invierno, pero sí lo suficiente como para generar un descenso notable que provocará que las anomalías térmicas, hasta ahora positivas, sean negativas (por debajo de la media). Durante los próximos días, las máximas se quedarán por debajo de los 20 grados de manera generalizada. Además, regresa la lluvia. El miércoles también caerán los termómetros en las cuatro provincias. Los modelos meteorológicos incluso están anunciando la posibilidad de que pueda nevar en zonas de montaña.
La inestabilidad irá en aumento durante toda la semana. El viernes una borrasca se deslizará desde el norte y podría situarse cerca de la costa gallega. Si se cumple este escenario el próximo fin de semana será radicalmente diferente.