Los productos con el sello de «Galicia Calidade» facturan 3.000 millones al año

Xoán Ramón Alvite Alvite
x. r. alvite REDACCIÓN

TERRA

COREN

El distintivo, creado en 1995, certifica ya la producción de más de 60 empresas del sector agroalimentario, en actividades como la conserva, el vino o los lácteos, entre otras muchas

30 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«¿Italiana?, gallega; ¿francés?, gallego; ¿holandeses?, gallegos; ¿gallegos?, gallegos. Algo se mueve en Galicia que rompe tópicos». Ese era el mensaje que se incluía en el vídeo promocional con el que la Xunta presumía, en 1991, de la moda, el vino, la joyería o el marisco gallego. Una campaña publicitaria en la que, por primera vez, aparecía la expresión «Galicia Calidade», un eslogan que alcanzó semejante éxito que acabó convirtiéndose, cuatro años después, en el paraguas bajo el cual certificaron su calidad más de un centenar y medio de empresas de ámbitos tan diferentes como el de la hostelería, la conserva, la joyería, el textil, el náutico o el del equipamiento doméstico. Por supuesto, también del agroalimentario, el que registra un mayor peso económico dentro de este sello de calidad. De hecho, las 60 empresas pertenecientes a este sector, que comercializan sus productos bajo la marca Galicia Calidade, facturaron el año pasado más de 3.000 millones de euros. Gracias, en gran medida, al importante volumen de negocio que generan gigantes como Larsa, Coren, Hijos de Rivera, Conservas Rianxeira o Grupo Leche Río, las cinco mayores firmas acogidas a un distintivo que certifica tanto el origen gallego de los productos y materias primas como la excelencia en su producción, fabricación o diseño.

 alimentación

De la conserva al jamón. A día de hoy casi dos centenares de productos alimenticios se comercializan con el sello Galicia Calidade, un marchamo de calidad que refuerza el prestigio que, en muchos casos, ya les concede el hecho de estar amparadas por una denominación de origen o una indicación geográfica protegida. Es el caso de varias empresas que comercializan pimiento de Herbón, ternera gallega, patata de Galicia o faba de Lourenzá. También de otras que, sin contar con ese sello, ofertan un producto de calidad contrastada a lo largo de los años y sobradamente diferenciada, como es el caso del capón, kiwi, huevos camperos, lacón o jamón. Mención aparte merecen los productos procedentes del mar, en los que la comunidad es una potencia mundial. Desde el pulpo o la merluza del pincho a los mejillones y las almejas, pasando por una amplia variedad de conservas (los principales fabricantes llevan la enseña) que engloba a más de 30 especies.

 Vinos

Prestigio internacional. Un total de 140 referencias de vino —la relación también incluye varios espumosos— pertenecientes a las denominaciones de origen Monterrei (12), Rías Baixas (67), Ribeira Sacra (21), Ribeiro (24) y Valdeorras (16) lucen en su contraetiqueta la leyenda de calidad promovida por la Xunta. Una distinción que otorga prestigio a un sector que, debido al cierre de bares y restaurantes, fue uno de los más castigados por la crisis del coronavirus. De hecho, el valor económico de la producción gallega, 223,5 millones de euros, cayó el año pasado en casi ocho millones en comparación con el registrado en 2019. Una tendencia que, sin embargo, va camino de revertirse gracias al repunte del consumo y a una cosecha histórica que, en esta campaña, supera los 73 millones de kilos de uva recogida.

 

Una cifra que permitirá poner en el mercado alrededor de 50 millones de litros de vino, de los cuales más de ocho millones se destinarán a la exportación.  Precisamente, las ventas en el exterior evidencian la buena salud de los caldos gallegos pues, aunque se han reducido en la última década, se ha duplicado su valor económico. Según los datos del Observatorio Español del Mercado del Vino, mientras el volumen del vino exportado ha descendido en un 34%, la facturación por su venta ha crecido un 127% desde 2009, alcanzando los 55,7 millones de euros anuales.

 Bebidas

El tirón de la cerveza. Aunque la etiqueta Galicia Calidade ya puede encontrarse en los envases de agua —Cabreiroá y Mondariz certifican la totalidad de su producción —sidra, aguardiente o diferentes cremas y licores, la cerveza es, con diferencia, la bebida que más ha ayudado a la expansión nacional de la marca.En este sentido, el fuerte crecimiento experimentado por Estrella Galicia —en una década ha logrado triplicar su producción e implantación en todo el territorio — ha permitido que la calidad gallega ya esté presente en la mayoría de bares y restaurantes de todo el país.

 lácteos

Garantía para el consumidor. Además de los indicativos Galega 100 %, otorgado por la Xunta, o PLS (Producto Lácteo Sostenible), gestionado por el Ministerio de Agricultura, buena parte de la leche gallega y sus derivados están también certificados por la marca Galicia Calidade, una garantía añadida para los consumidores de la excelencia de estos productos. A día de hoy, marcas tan emblemáticas para el agro gallego como Feiraco, Larsa, Río, Leyma o Clesa cuentan con este distintivo en sus cartones de leche. Otro tanto sucede con los yogures, la nata, diferentes quesos de las denominaciones Tetilla, San Simón da Costa, Cebreiro o Arzúa-Ulloa o, incluso, con los helados artesanos Bico do Xeado que fabrica la Cooperativa Agraria Provincial de A Coruña.

 hostelería

Apuesta por los alimentos y el vino. Generar confianza y credibilidad, conseguir mayor visibilidad en medios, buscadores y redes sociales, mejorar la valoración de marca por agregación de oferta y llegar a un público más amplio y diverso. Con esos cuatro objetivos arrancó la iniciativa Lecer, una plataforma dentro de Galicia Calidade que agrupa a diez hoteles, cinco casas rurales y casi una treintena de restaurantes con calidad certificada. De hecho, para lucir el logotipo de la marca se les exige, además de una experiencia mínima de dos años —si no la cumple el local, sí deberá acreditarla su titular—, poseer una certificación de la marca Q de calidad turística otorgada por Instituto para la Calidad Turística Española o, en su defecto, una certificación de la normativa ISO 9001 en el ámbito hostelero. Además, en el caso de los restaurantes, deberán contar con una oferta gastronómica en la que exista una presencia significativa de platos elaborados con productos amparados por alguna de las marcas gallegas de calidad. Otro tanto sucede con los vinos entre los que debe haber una amplia representación de las diferentes denominaciones de origen autóctonas.

 forestal

La calidad también llega al monte. Empresas dedicadas a la transformación de la madera, la biomasa o los elementos cerámicos también apuestan por Galicia Calidade para certificar sus productos. Tanto es así que, a día de  hoy, ya cuentan con este marchamo referencias tan variadas como los pellets, las astillas, las ventanas de madera o incluso las tejas cerámicas. También varios viveros orientados a la producción de planta ornamental, una actividad en la que Galicia es una potencia dentro del Estado.

 INSTALACIONES NÁUTICAS

Catorce clubes certificados. Galicia es uno de los principales referentes estatales en cuanto a turismo náutico. Una actividad en pleno crecimiento, tal y como demuestra el hecho de que, en lo que va de año, se matricularon en la comunidad un 60 % más de barcos recreativos que en los dos ejercicios anteriores. En este sentido, desde el año 2019, Galicia Calidade también certifica la actividad de los clubes náuticos gallegos, a los que exige la excelencia ya no solo en el grado de satisfacción de los clientes, sino también en el trato con los empleados —se vigilan desde las condiciones laborales, a la seguridad y la salud laboral, pasando por la formación o el desarrollo profesional en la instalación— o el cuidado y respeto al medio ambiente. En estos momentos, ya son catorce los clubes náuticos de la comunidad gallega que se encuentran certificados con esta marca de garantía por excelencia.