Cómo vencer al estrés de antes de casarse

La Voz REDACCIÓN

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Con el inicio de la temporada de bodas a la vuelta de la esquina, muchas novias y novios empiezan a temer el momento de pasar por el altar

14 ene 2015 . Actualizado a las 10:17 h.

Casarse es un suplicio. O eso asegurarán a estas alturas, y con el inicio de la temporada de bodas a la vuelta de la esquina, muchas novias y novios que asisten impertérritos a como la fecha de su gran día se acerca y ellos con la casa a medio barrer. Y es que, mientras muchas parejas logran mantener la calma y vivir la experiencia manteniendo el lado romántico de todo el proceso de casarse, para otros tantos los últimos meses se convierten en una carrera de fondo en la que el estrés es el estado dominante y los nervios viven a flor de piel las 24 horas del día. Para este segundo grupo solo existen listas: que si la de invitados, que si la de regalos, que si la de restaurantes, que si la de los menús, que si la de destinos para la luna de miel,... y así hasta el infinito y más allá para que todo salga perfecto. ¿Y cuál es el resultado? Pues al final del día, uno termina pagándolo con el que tiene más cerca y deseando que el día D llegue ya y pasé lo antes posible.

Si bien es cierto que hasta cierto punto es normal y habitual vivir estos últimos meses antes de casarse con un cierto estado de ansiedad, que se acrecienta según la fecha se acerca, no es recomendable esperar con angustia y los bolsillos llenos de nervios. Ante estos comportamientos, los expertos también tienen su propia lista para novios y novias una serie de consejos para evitar que este estrés de antes de casarse y que acabe teniendo efectos en el aspecto exterior.

1. Programación

Como si la boda se tratase de una parrilla de una cadena de televisión, lo mejor es establecer un calendario para evitar las tan recurridas y habituales prisas de última hora. Planificando las diferentes tareas con tiempo y no esperar al último momentos pueden ser los ingredientes claves para ahorrarnos el estrés, los nervios y la angustia por no llegar con todo listo para el día de casarse.

2. Delegar

Los novios y novias son humanos, y una boda no es cosa de coser y cantar. Con todos los preparativos en una larga cola como la de persona el primer día de rebajas, lo mejor es aprender a delegar funciones para sobrevivir a la boda y no morir de estrés en el intento. Aunque hoy en día es más que habitual recurrir a los planificadores de bodas, los populares «wedding planners», existen otras salidas. La familia, ya sean padres o hermanos, o los amigos pueden ser un buen chaleco salvavidas a estas alturas del partido para llevar acabo esos pequeños recados que llenan el día a día y que no son fundamentales para el desarrollo final de la boda.

3. Ojo con la alimentación

Cuando una persona vive bajo un alto nivel de estrés, lo primero que se resienten son las comidas. Empezamos a saltarnos comidas o a comer lo primero que encontramos en la nevera o en los restaurantes, que suelen ser de comida rápida. Aunque no pasa nada por hacerlo uno o dos días, si se mantienen estas rutinas de mala alimentación, nuestro cuerpo empezará a resistirse, o bien bajando de peso o incluso ganando kilos al ceder a la ansiedad de devorar todo lo que caiga en nuestras manos. Por esta razón, los nutricionistas recomiendan sacar tiempo de donde sea para hacer una parada para comer y hacerlo de forma correcta, es decir, seleccionando aquellos alimentos que nos ofrezcan una mayor cantidad de proteínas.

4. Hacer deporte

Si una vez programados todos los recados y tras ceder parte de ellos a alguien el estrés sigue a la orden del día, lo mejor será descargarlo quemándolo como si fuesen calorías, es decir, haciendo ejercicio -tal y como recomienda el portal Bodamás de El Corte Inglés-. Con el camino del gimnasio siempre en la recamara, existen múltiples opciones para practicar deporte sin recurrir a encerrarse en una sala llena de gente poniéndose en forma, gracias en parte a las millones de aplicaciones que existen hoy en día a golpe de clic en el móvil.

Si optamos por no salir de casa debido al mal tiempo, lo mejor es hacerse con alguna que otra herramienta como una cinta de correr Pro. 3000 Nordictrackuna, una bicicleta elíptica Space Saver 600 Proform, o una estática Smart Bike PT-0079 Salter. Saliéndose de los artilugios más tradicionales, existen otros mucho más innovadores que no recurrieren ni de tanto espacio en casa ni de tanto esfuerzo físico como, por ejemplo, la máquina de andar sentado Happylegs -con tensiómetro y báscula- o un pedaleador Jocca.

Si el sol acompaña y se quiere disfrutar de la naturaleza, salir a correr es una buena salida que cuenta con muchos partidarios hoy el día. Sumarse a la fiebre del running para combatir el estrés suma adeptos, y también por una boda. Y ya si queremos ir más allá, y sin olvidarnos del ciclismo -el comodín para todos a los que no termina de convercerles practicar ejercicio-, el otro deporte de moda en la actualidad es el padel, lo que permitirá suprimir la angustia en compañía. Elijamos lo que elijamos, antes de tomar este camino, lo primero que necesitaremos serán unas zapatillas en condiciones, como unas Sublite Prime Reebok para hombre en negro y verde o unas Rutter Boomerang para mujer en gris y rosa.

5. Dormir ocho horas

Uno de los primeros síntomas del estrés es dejar de dormir. Vivimos en medio de un clima constante de angustia que nos impide conciliar el sueño y aparece el tan temido insomnio. Aunque al principio nos parezca un milagro caído del cielo ya que conseguimos sacarle el máximo partido a las 24 horas del día sin perder tiempo en la cama, alargar este comportamientos más allá de un día es perjudicial para nuestra salida. Por esta razón, los expertos recomiendan una serie de trucos para lograr dormir y gozar de una larga noche de sueño, de ese que se denomina conciliador, empezando por una cena ligera, los baños de agua tibia, practicar deporte para estar cansados, y apostar por programas de televisión aburridos o un libro pesado para vencer a la ansiedad.