Obras de arte a ras de suelo

La Voz REDACCIÓN

TENDENCIAS

Las alfombras no solo protegen los pies del frío, también adornan nuestro hogar, aportándole originalidad y personalidad, lo hacen más acogedor y, si nos ceñimos a las nuevas tendencias, le dan un punto de exotismo

09 dic 2014 . Actualizado a las 19:44 h.

Los que entienden una casa como algo más que un mero lugar donde descansar por la noche, guardar sus pertenencias y no pasar frío, comprenderán la importancia de una adecuada y escogida decoración. Porque las casas deben hablar para convertirse en hogares. El mérito de las más acogedoras no solo reside en su calidez y su atmósfera agradable, sino en sus objetos, responsables de dar a entender quién vive en ellas, en qué lugares ha estado y en cuáles le gustaría estar, en qué dirección van sus gustos y hasta cuáles son sus hábitos de vida. La presencia de detalles, la saturación e incluso la ausencia de ellos lo dicen todo de quién vive entre esas cuatro paredes. Lo mismo, las plantas, los libros, la ropa de cama, los cuadros, las figuras decorativas y las alfombras, auténticas obras de arte que visten el suelo.

Sus orígenes se remontan al siglo V a.C. con la alfombra Pazyryk, la alfombra más antigua de la que se tienen noticias. Fue descubierta por un arqueólogo soviético en el año en 1949, en la tumba de un príncipe ubicada en un macizo de Siberia. Este insólito y antiguo telar, de 200 por 183 centímetros de diámetro y 3.600 nudos por diámetro cuadrado, se conserva en el museo Hermitage de San Petesburgo y confirma el hecho de que ya las civilizaciones antiguas recurrían a estos mantos como elemento decorativo. Porque la Pazyryk no es un trozo de lana desgastado que cubriese alguna estancia primitiva, es una preciosa pieza de artesanía persa, elaborada por el pueblo nómada que le da su nombre.

Dos mil quinientos años después, seguimos alabando estos diseños ornamentales, que vuelven a colocarse en la diana de las tendencias después de una época inclinada hacia diseños minimalistas, de gamas cromáticas simples y motivos geométricos amplios. ¿Hacia dónde apuntan ahora las preferencias en cuanto a alfombras? La nueva temporada recupera piezas inspiradas en civilizaciones antiguas, procedentes de Irán, Turquía, Paquistán o India. Los diseños étnicos, los contornos geométricos, ribeteados, los motivos florales y los acabados artesanales marcan actualmente las nuevas reglas decorativas del suelo.

Desde las inmensas alfombras persas, procedentes de Irán, tejidas a mano, hasta las lanas turcas de vivos colores, podemos encontrar otras alternativas, de dibujos precisos y tonos intensos para dar vida y originalidad a nuestros espacios, como las biodegradables de yute de India, que se mantienen como nuevas durante años, o los kilims de Pakistán o Afganistán, planos y sin nudos, que antiguamente decoraban tiendas nómadas o se utilizaban como protección de animales o equipajes. Hoy, su belleza, los ha convertido en artísticos tapices, en ocasiones protagonistas absolutos de la estancia que ocupan. Similares son estas de El Corte Inglés: el diseño Venesa tejido a mano; este modelo clásico Mandu, con motivos florales; esta alfombra con arabescos en tonos beiges; esta étnica, con fondo negro, también manual; o esta dhurri, con acabados de flecos, 80 % lana y 20 % algodón, multicolor.