Hacia rutas salvajes

La Voz REDACCIÓN

TENDENCIAS

Qué lleva un escalador en su bolsa de deporte y qué prendas son las más adecuadas para ir a la montaña. ¿Es posible aúnar lo funcional y los estético en el atuendo de esta disciplina?

12 nov 2014 . Actualizado a las 18:13 h.

Con aires grunges y mucha influencia urbana. Así es la estética predominante en la escalada. Porque aunque parezca frívolo y lo funcional prime siempre en estos casoS sobre lo bonito, todas y cada una de las disciplinas deportivas tienen la buena constumbre de inspirarse en diferentes corrientes estilísticas. El fitness más puro y duro evoca a la Eva Nasarre de los 80 y la moderniza, con prendas flúor, leggins brillantes, bodies, calentadores estrambóticos, cintas para el pelo, muñequeras y tops cortos; la natación estiliza la figura de sus adeptos y apuesta por los bañadores minimalistas y lisos, los neceseres transparentes, los gorros herencia de los años 20 y las chanclas de rayas de plástico que ya han saltado al asfalto. Lo mismo sucede con el alpinismo, la escalada, el senderismo y variantes varias de los deportes de montaña. ¿En qué se inspiran estas actividades?

El equipaje de montaña perfecto incluye prendas prácticas y estéticas al mismo tiempo.

Al primer grupo se sumarían, por una parte, pantalones adecuados para hacer frente a factores climatológicos adversos y a diferentes accidentes geográficos, prendas con bolsillos, cremalleras e incluso refuerzos, repelentes al agua, a la abrasión y con propiedades de secado rápido. Por ejemplo, este modelo Trekker de The North Face para hombre o, para mujer, el Lotta de Ternua. Por otra, prendas de abrigo para soportar el frío, el viento y la lluvia. Lo ideal es que sean impermeables y que cuenten con capucha, como este chubasquero de mujer Boomerang. Otra opción son los chalecos, mejor con aislamiento térmico, como este, también femenino, de The North Face. El tercer pilar de la mochila del perfecto escalador es su calzado. Hay dos alternativas: botas o zapatillas deportivas. Para trotar, lo mejor es optar por estas últimas y agenciarse de algún modelo adecuado, con buen agarre. Una recomendación: las S-Lab XT 6 Softground de Salomon, para ellos; y las Hedgehog GTX de The North Face, para ellas. Si el fin último de la escapada al aire libre no es ejecutar un eficiente entrenamiento, sino una caminata de las de acabar resoplando, no hay duda, las botas son la única alternativa. Con suela con capacidad de absorción de impactos y de amortiguación y forro interior de Gore-Tex, impermeable y transpirable, las Chiruca son todo un clásico. El modelo Ordesa 25 de hombre es idóneo para senderismo y trekking ligero. Para el bando femenino, las Katla HI de Boomerang, disponibles, como todos los productos anteriores, en El Corte Inglés.

De la mano de lo funcional camina en la montaña lo estético. Prima como una señal de identidad, como una seña de diferenciación: los gorros de lana atrevidos con orejeras o trenzas colgando, las mallas fluorescentes, los plumíferos de colores, las prendas con estampados étnicos, navajos y aztecas, las botas de trekking de diseño y los accesorios reinventados, como mochilas, bastones, pulsómetros y gafas de sol de espejo. Y hala, montaña arriba.