¿Qué hace Clint Eastwood dirigiendo un musical?

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Su nueva película, «Jersey Boys», rompe con todos los clichés que podrían existir sobre este director, actor, productor y compositor

10 sep 2014 . Actualizado a las 14:08 h.

Aunque a muchos le sorprenderá esta nueva faceta de uno de los tipos duros de antes y por excelencia de Hollywood, lo cierto es que la respuesta es muy sencilla. Clint Eastwood se ha pasado al musical porque puede. A sus 84 años y después de dirigir en 1971 su primera película, cuarenta años después son ya 35 cintas las que engrosan su filmografía como director. Ya si echamos la vista a todas sus facetas dentro de la industria, ya sea como actor, productor o compositor, son medio centenar los trabajos que acumula a sus espaldas. Una cifra nada desdeñable para entender las razones detrás de su decisión de arriesgarse y tirarse a la piscina con Jersey Boys. En realidad, este riesgo es supuesto y contenido. Basada en el musical homónimo de Broadway que lleva en cartel desde el 2005, sus números en taquilla (17,5 millones de espectadores en todo el mundo) avalan la historia de los Four Season, una de las bandas más famosas del mundo hasta que los Beatles llegaron y arrasaron con todo. Ajeno a lo que diga la gente, él lo tiene claro porque si no «seguiría haciendo películas del Oeste en Italia». «No tienes que ser un tipo duro para interpretar a un tipo duro, de la misma manera que no tienes que ser un chico sensible y poético para escribir poemas. Un actor o un director tienen que transformarse y mientras consiga que el público se transforme con él está bien», explica un Clint Eastwood que con este trabajo, que llegó a las salas españolas el pasado 5 de septiembre, da el enésimo giro a una carrera en la que vuelve a demostrar su sensibilidad.

Aunque bien es cierto que como actor regaló papeles como los de El bueno, el feo y el malo, Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio o la saga de Harry el sucio, ha sido en su faceta como director la que más éxitos ha cosechado -y que se pueden encontrar en El Corte Inglés-. Así lo demuestran sus cuatro Oscars, dos de mejor director y otros dos de mejor película, y otros 150 galardones que Clint Eastwood tiene a buen recaudo en su casa y que marcan la diferencia con otros intérpretes que han terminado detrás de la cámara y que no han logrado la aclamación de la crítica y del público.

Su primer trabajo como director fue en 1971 con Escalofrío en la noche y desde entonces se ha caracterizado por su eficiencia a la hora de dirigir y su capacidad para reducir la duración de los rodajes manteniendo el presupuesto bajo control. Así ha sido en Sin Perdón (1992), donde Clint Eastwood se atrevió a plantear un western encabezado por Morgan Freeman cuando ya no estaban de moda, y logró plantarla en la gala de los Oscars sin un ápice de temor. Sin apenas haber disfrutado de ella, solo un año después, en 1993, volvió a sorprender con Un Mundo Perfecto, una película llena de capas, una gran metáfora sobre la bondad y la maldad protagonizada por Kevin Costner. Dos años después, sorprendió con Los puentes de Madison firmando la historia de amor que millones de personas soñaron tener, logrando enamorar a Meryl Streep y a medio mundo, convirtiendo a este título en una de las grandes películas románticas de la década de los 90.

Con Medianoche en el jardín del bien y del mal (1997), la crítica le dio la espalda aunque el «se vengó» descubriendo a uno de los actores de finales de siglo: Jude Law. Habrá que esperar a Mystic Rider (2003) y Million Dollar Baby (2004) para que los críticas devolvieran su lugar a Clint Eastwood con dos historias completamente diferentes pero con carácter. Solo dos años después, volvió a sorprender al mundo de la mano de Steven Spielberg rodando dos películas complementarias sobre la II Guerra Mundial, una sobre el bando americano (Banderas de nuestros padres) y otra desde la perspectiva japonesa (Cartas desde Iwo Jima) que está considerada, hoy por hoy, una de las mejores cintas bélicas de los últimos tiempos. Después llegaron otras como Gran Torino, Invictus, Más allá de la vida o J. Edgar que han ido pasando de un tipo racista y odioso, a la Sudáfrica de Nelson Mandela, a la muerte y sus efectos como centro, a la biografía del primer director del FBI.

Y ahora, un musical

Ahora con Jersey Boys, Clint Eastwood se sumerge en el mundo de Broadway. Una película que el propio director ha calificado como «un puñado de buenas canciones» y que presenta un ambiente más juvenil y sin estrellas de relumbrón al mantener a algunos de los actores que defendieron la historia en las tablas. «La historia ya tenía dos estrellas: Frankie Valli (productor del musical y la cinta) y el propio musical, que genera un estado de emoción en la gente que no he querido intentar explicar, pero sí seguir intuitivamente», explica Clint Eastwood, quien vio el musical ganador de cuatro premios Tony en 2006 hasta tres veces: en Las Vegas, en San Francisco y en Nueva York. La película se centra en la carrera de Frankie Valli, el líder de la banda Four Seasons -interpretados por John Lloyd Young, Erich Bergen, Vincent Piazza y Michael Lomenda-, cuyos éxitos más sonados fueron Big Girls Don't Cry, Grease o Can't take my eyes off you, y en su vida, llena de polémica por mantener siempre una relación fluida con la mafia.

De Jersey Boys a Clint Eastwood le interesaba un protagonista que «tenía un sonido diferente y no tuvo miedo a experimentarlo con los grupos. Ese falsete... Todos los que tienen un don algo diferente tienen que bregar con un periodo en el que la gente lo considera ridículo. Eso es así. Y él tuvo que enfrentarse, además, al ambiente de un barrio complicado de Nueva Jersey en los años cuarenta», asegura. Pero, la razón de fondo para que se lanzase a la piscina con este musical era su obsesión por el impacto emocional de las infancias complicadas o la fragilidad de los vínculos amistosos en situaciones límite. «Son chicos que tienen una historia y, además, cantan, y tienen éxitos que cambian su vida, que les llenan de dinero, de Cadillacs... Pero me interesa la manera que tienen de abordar las cosas. Estoy seguro de que ahora mismo, en algún momento de Estados Unidos o del mundo, hay alguien intentando hacer algo poco convencional y los demás empujándolo a que tenga una vida más normal como mecánico o marinero», explica el director.

Pero Jersey Boys no será lo último de Clint Eastwood. Solo habrá que esperar a febrero para ver lo siguiente: American Sniper con Bradley Cooper y Sienna Miller como protagonistas.