Un descuido mientras las pintamos, una pequeña rotura en un extremo o demasiado tiempo bajo el agua son las causas de que la laca huya de las uñas
04 sep 2014 . Actualizado a las 17:11 h.Es la pregunta del millón, y quizás también el secreto. Cuando una mujer ve a una amiga con una manicura perfecta, casi o como la de las estrellas en las alfombras rojas, surge o provoca que salga en la conversación el tema: ¿cómo se consigue que las uñas aguanten pintadas como el primer día? Exceptuando las respuestas que incluyan las palabras «especialista» o «maquillador/a», las que lo hacen por ellas mismas lo tienen claro y aseguraran de forma unánime: nunca aguantan lo suficiente o se estropean en el momento más inapropiado. Como si las uñas tuvieran su propia teoría de Murphy, si algo tiene que salir mal: saldrá mal y no hay casi nada que lo pueda evitar.
Los descuidos mientras se pintan serán habituales cuanto más empeño se tenga en que queden perfecta. Se tocará algo sin querer que provoque esa pequeña rotura en el esmalte que terminará destrozando toda la capa. Y, no hay que olvidarse, que a las manos les tocará pasar más tiempo debajo del agua que el que se pronosticó cuando se decidió pasar por chapa y pintura. A pesar de todo, hay pequeños trucos que funcionan a la hora de evitar pequeños grandes destrozos en la manicura que tiran por tierra esa media hora con el pincel en la mano y de trabajo minucioso.
- Si te pintas la uñas justo después de quitarte el esmalte anterior, deben pasar por agua y jabón para que no queden restos del producto y de la acetona. Asimismo, algunos expertos también recomiendan pasarle un algodón para secarlas totalmente y suprimir toda la suciedad.
- Para evitar que las uñas estén resecas y se rompan, hay que hidratarlas. Ya sea con crema o algún aceite específico, es más que recomendable aplicarlo para conseguir que el esmalte dure más. Si queremos aprovechar el tiempo mientras estos productos hagan efecto, podemos limarlas para evitar impurezas y roturas que desgracien todo el trabajo.
- Aplicar una capa de base, de esmalte protector o endurecedor. Hay que esperar a que se esté totalmente seco para aplicar el color. De esta forma, las uñas no se romperán y cuando se despinten se evitará tener ese tono amarillento tradicional que se suele quedar después del colorearlas.
- Dar dos capas de color. Todos los especialistas en uñas coinciden en que es lo necesario para que la manicura dure más tiempo. Eso sí, hay que dejar secar muy bien la primera capa para evitar los estropicios. El color tampoco es muy importante a la hora de que dure una mayor o menor cantidad de tiempo sobre las uñas, así que no hay excusas que valga para no apostar por tonos más arriesgados. Una opción a considerar son la paleta que ofrece esta temporada el Nail Lacquer de Giorgio Armani -que podemos encontrar en exclusiva en El Corte Inglés- que va desde el granate, al mandarina, pasando por el rosa y los beises.
- Aplicar el esmalte desde la raíz hasta la punta, y después los laterales. La clave es evitar pasar por el mismo sitio en más de una ocasión.
- Después de aplicar las dos capas, hay que finalizar el tratamiento con un brochazo horizontal en la parte superior de la uña, como en la manicura francesa.
- Para que la manicura luzca en todo su esplendor y dure más, aplicar un secado rápido es la mejor solución para evitar destrozos de última hora y arreglos incordiosos que terminarán destrozando el resultado final.