El puro, solo para las bodas rancias

La Voz REDACCIÓN

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Si te casas, olvídate del tabaco o de las decoraciones con los nombres grabados de los novios como regalos para los invitados

18 jul 2014 . Actualizado a las 12:00 h.

Hay modas que es mejor dejarlas correr. Por suerte para algunos y por desgracia para otros, las bodas se han modernizado. Sin caer en la antiboda en la que lo menos importante es el casamiento, los enlaces tradicionales han dado paso a una combinación perfecta entre tradición y modernidad. Por tanto, ve diciendo adiós a una mesa nupcial elevada cual Trono de Hierro, al típico menú de marisco, pescado y carne, y, como no, al sable de la tarta, y empieza a incorporar a la lista de tareas pendientes ponerle nombre a las mesas para comer, al photocall con pelucas y moustaches o a las velas como decoración.

Lo que sí que sigue presente son los detalles que los novios regalan a sus invitados. Pero ha cambiado lo que se regala y cómo se regala. Las decoraciones con los nombres grabados de los recién casados, las figuritas extravagantes, los alfileres, las plumas o todo aquello que termina ocupando algún rincón muerto de alguna estantería perdida de casa, han pasado a mejor vida para la felicidad de los asistentes. Igual suerte han corrido los puros y los cigarrillos que se entregaban sin hacer distinciones entre fumadores y no fumadores. Lo que también ha dejado de hacerse como norma extendida es el tradicional paseíllo por las mesas entregándolos cual regalo de cumpleaños. Ahora lo que mola son los «take a way», lo que viene siendo servirse uno mismo. Así, cada uno coge a placer aquello que más le gusta.

Porque ahora se dan regalos de verdad, de esos creativos, originales, útiles y que decoran. Ahora que estás preparando tu boda, y en un terreno en el que queda mucho por descubrir y en lo que lo mejor es innovar y no copiar, El Corte Inglés te ofrece algunas ideas por si estás a punto ?o aún te quedan meses- para dar el sí quiero y que tus invitados también te lo den a ti sin fingir una falsa sonrisa engañosa para aparentar que tu detalle es genial y no un error estrepitoso.

Regalos para el momento

Sobre todo para ellas -y cada vez más para ellos-, se llevan aquellos detalles que buscan ofrecerle una comodidad inmediata a las sufridas invitadas ataviadas desde primera hora de la mañana o de la tarde con sus vestidos y sus altos tacones. Para hacer más llevadero el malestar de pies, muchas parejas optan por regalar bailarinas o las siempre presentes alpargatas, y evitarse así excusas doloridas para irse antes a casa. Por número y en varios colores, las invitadas no pararán de bailar.

Kit para el día después

Las bodas tienen consecuencias. Ya sea resaca, empacho, cansancio o falta de hora de sueño, el día después es difícil de llevar. Para sobrevivir con la mejor de las sonrisas, ¿qué mejor que los novios regalen a sus invitados un completo kit para hacerlo más llevadero? Que si aspirinas para el dolor de cabeza, que si pastillas para la acidez, que si un antifaz para los ojos, que si un masajeador de pies... solo hay que pensar un poco para hacer un regalo útil y singular.

Recuerdos musicales

Para los amantes de la música y de lo vintage, en la época de Spotify y de los pen drives nada mejor que regalar un CD con una recopilación de las canciones favoritas de los novios. Con una portada curiosa, sin que tenga que rozar lo cursi con una foto de ellos en portada, puede ser el regalo perfecto para expandir los gustos musicales.

Ganar unos kilitos en honor a los novios

La comida siempre es un regalo a tener en cuenta para triunfar. Siempre recurrentes y personalizadas con un logo con referencia a la pareja de recién casados, las opciones son tantas como preferencias tengan los novios. Tarros de mermelada o miel, galletas o cupcakes, son solo algunas de los millones de elecciones posibles.

Para oler mejor

Regalos perfumados son también una buena opción. Las plantas nunca fallan y son fáciles de cuidar y alegran cualquier casa. Las velas siempre gustan y son fáciles de personalizar tanto en olor y color como con pegatinas. ¿Y qué decir de los jaboncitos? Sí, esos que robábamos en los hoteles, es una buena elección por su gran variedad de tamaños, olores y su usabilidad. Los saquitos de sales de baño entran también en la quiniela de posibles regalos para los invitados.