Bolsos, llaves, cartera... y todo lo imaginable tiene hueco en este accesorio femenino
17 jun 2014 . Actualizado a las 17:11 h.Es el gran misterio femenino. Los hombres tienen la pasmosa capacidad de guardar en el bolsillo trasero de sus pantalones -o en el interior de sus chaquetas- todo lo necesario para sobrevivir: llaves, cartera y móvil. Las mujeres, en cambio, no pueden salir de casa sin el bolso. Sus necesidades van más allá de lo estrictamente indispensable a primera vista. Siempre habrá un hueco para el «por si acaso» y el «no vaya a ser». Aunque cada bolsa es un mundo, lo cierto es que hay algunos básicos que nunca fallan. Como el bando masculino, las mujeres saben que no pueden salir de casa sin el juego de llaves, el monedero y su maxicartera y el smartphone. Es la tríada de las prioridades, mucho más aparatosa en el caso femenino, pero no la única. Ellas son la reina de los productos extras.
El paraguas de encarte o las gafas de sol son, dependiendo de la estación de año, elementos esenciales y que nunca faltan. Después es el turno de los pañuelos, la crema hidratante y el maquillaje. Nunca falla: la base, el corrector, el brillo o la barra de labios, la sombra o el rimel siempre tendrán presencia junto al espejo en una especie de neceser que viaja como uno más en el bolso. Además, en el periodo estival, añaden un frasco de crema solar por si pasan demasiado tiempo al sol y eludir así quemarse en plena ciudad. Sin olvidarse en este estuche de urgencia de los accesorios para el pelo: un mini cepillo, unas horquillas o un par de gomas también son esenciales para ellas. Habrá, quién, igualmente, incorpore gel o jabones para evitar los gérmenes. Las que comen fuera de casa también llevarán un pequeño cepillo de dientes con su crema de tamaño igual de reducido. Y para terminar con el gusanillo de los momentos previos de la comida, la posibilidad de los chicles, chocolates, barritas o gominolas serán bien recibidas. Lo peor, es que este hábito tan diario y rutinario empeora cuando la función de escondite de comida es sinónimo de una tarde en el cine.
¿Que te duele la cabeza? Una mujer pocas veces no podrá negarse a ofrecer alguna pastilla que guarda en las profundidades de ese bolso que parece, en ocasiones, un auténtico botiquín, ya que del mismo modo pueden encontrarse tiritas o gotas para los ojos. Las más previsoras, además, no dudarán en incorporar papel, lápiz o bolígrafo, una agenda para tomar notas o un pendrive. Libros, revistas o el todo en uno con las tabletas pueden ser otros de los elementos fundamentales para las amantes de la lectura a las que les guste aprovechar las horas muertas leyendo en los medios de transporte. Y algún reproductor de música será el equivalente para las prefieren tatarear en silencio canciones por la calle.
Las religiosas, como Tamara Falcó, esconderán en la preparación del bolso un vaporizador de agua bendita por el dichoso arte del prevenir. Y las que ya tiran la casa por la ventana, estilo Paris Hilton, incluso podrán llevar a su perro o a su mascota en general. Y la cosa empeora si el bolso femenino es el de una madre. Aquí ya sí que las previsiones se rompen y más que un bolso parecerá un baúl de los recuerdos, el bolsillo de Doraemon o un dos por uno de ambos.
Al final, el interior del bolso acaba contando mucho más de una mujer que la propia elección del modelo. No solo es un accesorio que complementa imagen y estilo, sino que es parte fundamental del día a día. Por lo que comprar uno nuevo ahora que toca cambio de estación es una ardua tarea para intentar encontrar el equilibrio entre el diseño y las propias necesidades femeninas -en El Corte Inglés disponen de un amplio catálogo de bolsos veraniegos-.
Habrá arriesgadas que vivan al límite y se decanten por bolsos pequeños como los de Jo & Mr. Joe que pueden ser bandolera multicolor en amarillos y marrones o en color azul turquesa e ivory. Para las que prefieran jugar sobre seguro, lo mejor es elegir accesorios grandes, los conocidos como «shopping bag». Jo & Mr. Joe tiene varios modelos perfectos para estas circunstancias en varias combinaciones de colores en rojo y gris o naranja y azul. Gloria Ortiz también propone un bolso grande que puede ir personalizado con la inicial de la dueña. La clave, como todo, es dar con la difícil línea que separa el estilo y las exigencias femeninas.