El fútbol que les gusta a los que no les gusta el fútbol

La Voz REDACCIÓN

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La emoción no solo se siente en Brasil. En el resto del mundo, se reponen las neveras, se acicalan los salones y se cancelan los planes de nueve a once. Arranca el Mundial

12 jun 2014 . Actualizado a las 18:28 h.

Los Mundiales, y las Eurocopas -si nos ponemos generosos- no son campeonatos deportivos convencionales. Lo saben los jugadores y los aficionados, pero también aquellos que normalmente repelen el fútbol. El mal humor que les invade de septiembre a mayo los domingos por la tarde, que se incrementa con las Copas de Europa, del Rey y las Supercopas, se desvanece como por arte de magia cuando se habla de selecciones nacionales. Porque la Copa del Mundo no solo es fútbol. Con un título mundial y dos europeos consecutivos en la vidriera nacional de trofeos, es comprensible que, al menos en España, los encuentros que arrancan este jueves se vivan desde otra perspectiva, con una entrega superlativa, como si el equipo que se estrena mañana a las órdenes de Del Bosque fuera el conjunto predilecto de cada español.

El folclore que empapa los encuentros internacionales ha ido cogiendo forma desde hace seis años, cuando España devolvió a su afición, con el título europeo, las ganas de pintarse la cara de rojo y amarillo. El 2008 inauguró una nueva forma de entender el deporte rey. La emoción se tradujo en alegría, y la alegría en fiesta. Los partidos se convirtieron en reuniones entre amigos, en celebraciones en familia. Los cánticos, en temas de discoteca; la equipación, en uniforme de moda. Los cortes de pelo de los futbolistas, en último grito en tendencias; las instrucciones del entrenador a los jugadores, en consejos vitales para los aficionados. Los lemas, en gritos de guerra; y los goles, en sonrisas. Este Mundial se prevé más y, si todavía es posible, mejor.

Haz la vista gorda y por un día invita a los colegas a casa

Que siempre te dejan el salón patas arriba, que acabas con la nevera desnutrida, que durante dos días la casa huele a tabaco, que luego a ver quién recoge los restos de pizzas y las litronas, que por mucho que les digas que se callen es como si hablases para la pared. Conocemos los riesgos de abrir las puertas a los amigos. Casi mayores que invitar a tu casa a algún desconocido. Pero en tiempo de mundiales, toda asumirlos. Se minimizan, se hace la vista gorda. Un partido internacional en casa pesa más que los dolores de cabeza posteriores y la misma máxima se aplica a las fiestas futboleras de celebración-.

La primera de las tres opciones para seguir la competición -la segunda es el bar y la tercera, en la calle, plantado frente a pantallas gigantes- es tu propio hogar, siempre y cuando tengas una tele en condiciones -si no, la ideal es la televisión Curva de Samsung que, además, si la compras en El Corte Inglés viene con un teléfono Samsung Galaxy S4 de regalo-. La alternativa es la morada de algún buen y caritativo amigo que esté dispuesto a acogerte. Mediaset ofrecerá 25 de los 64 encuentros a través de Telecinco o Cuatro; el resto serán emitidos en exclusiva pr Gol TV.

Rienda suelta al espíritu patriota

En ninguna época más del año proliferan como hasta ahora los rojos y gualdos. La cita deportiva es una buena excusa para ambientar un poco el hogar y convertirlo en un entorno digno de una hinchada fiel. En primer lugar, los vasos. Imprescindibles para el siguiente paso: regar los estómagos de contundentes refrigerios que mantengan el cuerpo hidratado durante 90 minutos. Puedes escoger jarras clásicas de cerveza o recipientes temáticos, como los que vende El Corte Inglés. El segundo lugar es para la decoración. Los globos es un buen recurso, alternando los colores que representan al equipo. Lo mismo sucederá con manteles, guirnaldas y hasta banderas. Si el calor aprieta, helados de fresa y limón. Y si ahoga, la mudanza a la terraza es más que recomendable. El Corte Inglés cuenta con sillas y sillones de jardín que convertirán a tu pandilla en la envidia del barrio.

Llena la panza con comida brasileña

Algún beneficio habrá que sacar del hecho de que Brasil sea el país escogido este 2014 para acoger el Mundial. Ya que con las copas llenas el estómago suele empezar a reclamar algo sólido, ¿por qué no darle un homenaje de cocina brasileña? Si después de sopesarla, esta opción te parece demasiado complicada -y si los fogones no son lo tuyo-, otra alternativa es preparar aperitivos sencillos, pero aparentes, que dejen con la boca abierta a todos tus amigos. Aquí van algunas ideas. Que aproveche el mejor.