Así se vestirían en Galicia los «Mad Men»

PATRICIA IGLESIAS

TENDENCIAS

Fugas convierte a ocho actores gallegos en los protagonistas de la aclamada serie. ¿El resultado? Una transformación increíble.

04 sep 2009 . Actualizado a las 10:19 h.

La agencia de publicidad Sterling Cooper reabre sus puertas para Fugas. Si los directores y productores gallegos buscaban protagonistas para una serie de éxito, ya los han encontrado en el símil que hemos conseguido reunir para emular a Mad Men.

La serie televisiva más vista del momento en Estados Unidos está basada en la historia de aquellos hombres que dieron forma a las esperanzas y sueños diarios de los americanos de la época. En 1962, al igual que la sociedad, la publicidad había evolucionado vertiginosamente. Era un momento de gran ebullición en todos los sentidos y había que adaptarse a los nuevos tiempos. Según la crítica, es un «elegante, duro drama con una suave y básica sátira».

Retrata el ambiente, decididamente machista, de una agencia de publicidad neoyorquina en los años sesenta. Gracias al trabajo del estilista Ángel Nimo y del espectacular equipo de maquillaje y peluquería dirigido por José Suárez y compuesto por Jorge Suárez, asesor técnico de Revlon Professional y parte del equipo técnico artístico de The Colomer Group, Isabel Rey, responsable técnica de Florent Suárez Peluqueros, y Johanna Monteagudo, colaboradora de la firma, hemos podido comprobar que esta exquisita serie se puede llevar a cabo en Galicia.

De hecho ya tenemos a los protagonistas, el vestuario y la ubicación perfecta. Actrices como la consagrada Mariana Carballal, que amenizó la sesión cantando y actuando; la elegante Muriel Sánchez, que actualmente trabaja en la obra de teatro La estrella de Sevilla, que continuará en octubre la gira nacional e internacional, visitando ciudades como Buenos Aires, Montevideo y Lisboa; la discreta y bella Isabel Naveira, que esperó estoicamente su turno y encandiló al resto del equipo con su perfecta interpretación de Peggy Olson; el guapísimo actor y cantante Christian Escudero o el simpático y atractivo Sergio Bermúdez, ambos muy ocupados con múltiples proyectos musicales y televisivos; y, cómo no, Manuel Fernández, elegante, perspicaz y todo un galán de la TVG; la preciosa María Mera, reina de Matalobos, y la presentadora del momento, Belén Xestal, que logró el cambio más llamativo... Ocho artistas, y todos, absolutamente todos, pusieron todo su talento (y paciencia) en una sesión de transformación de siete horas para recrear con la máxima fidelidad a cada uno de los personajes de la serie más vista del momento en Estados Unidos.

De etiqueta gallega

Pero el trabajo no hubiera sido igual de original si los estilismos que llevan los protagonistas no los pudiéramos adquirir esta temporada... Y es que la mayor parte del vestuario, inspirado en los años sesenta, lo podemos ver en Purificación García, Bimba y Lola y Rodríguez Figueroa, entre otras.

Como bien saben los amantes de la moda, las tendencias vuelven, se reinterpretan y se hacen más fuertes, como el cine gallego.

ÁNGEL NIMO, el rey de los retos

Ángel Nimo Eligió Mad Men principalmente por estar ambientada en una época que permitía mucho juego en cuanto a estilismos, vestuario y estética y porque es una serie de culto, y de moda en estos momentos en todo el mundo.

Lo más fácil desde el principio para este proyecto fue la localización. Ángel Nimo tenía muy claro que tenía que ser el restaurante coruñés La Postrería (plaza de Santa Catalina) porque «encarnaba estéticamente la imagen de la época con mezclas de otras más dispares y actuales» y porque su exquisita gastronomía habla maravillas de sus dueños...

Pero este proyecto, con tantos y tan laboriosos cambios de ropa, requería de mucha ayuda y por eso Tania López y Pedro Fernández se encargaron de ayudar al estilista en esta maratoniana labor.

Para lograr el cambio se tuvieron que conseguir prendas actuales que diesen el aspecto de la época, y se consiguió. Las firmas de moda se volcaron con este proyecto de Fugas en ceder sus prendas y complementos (incluso algunas que no suelen hacerlo), así como prendas realizadas para lo ocasión inspiradas en el aire vintage de la época. Como curiosidad se puede contar que prácticamente todas las actrices llevan debajo del vestido fajas tubulares de los años 50 y sujetadores de seda y tergal de una colección privada.