Se hizo cargo del pequeño negocio familiar que transformó en una auténtica industria en la que elaboró, bajo la marca Marpy, una colección de jeans.
04 mar 2008 . Actualizado a las 15:08 h.El diseñador Roberto Verino celebra hoy sus veinticinco años en la moda española con una exposición en la Gran Manzana que recoge su trayectoria a lo largo de esos años y que podrá visitarse hasta el 10 de marzo.
La Fundación Gabarrón de Nueva York acoge esta muestra que se ha llamado «Roberto Verino - 25 Años de Moda» y que, después de estar en esta ciudad, viajará a otras capitales europeas, exponiendo un total de 52 diseños correspondientes a todas las temporadas transcurridas en ese periodo.
Verino, de 62 años, y que lanzó su primera colección en 1982, declaró hoy a Efe que estar en Manhattan «es un momento de máximo orgullo y satisfacción. Era un objetivo largamente acariciado y esta realidad se está empezando a cumplir y espero que haya un antes y un después de esta visita a Nueva York».
De ese cuarto de siglo entre diseños y patrones, a Verino le queda, «sin duda alguna mucha experiencia y un poco menos de juventud. Sigue habiendo la misma ilusión que entonces y la preocupación por emocionar, ilusionar y seducir a un consumidor deseoso por entender que se puede disfrutar con la moda».
Nacido en Verín (Orense) en 1945, estudió Bellas Artes en París y a su regreso se hizo cargo del pequeño negocio familiar que transformó en una auténtica industria en la que elaboró, bajo la marca Marpy, una colección de jeans.
Desde entonces, sus colecciones están representadas en veinte países, con especial presencia en Francia, Reino Unido, Bélgica, países nórdicos, Canadá, Estados Unidos y Emiratos Árabes, así como con tiendas en Arabia Saudí, Israel, México, Grecia y Portugal, además del centenar de puntos de venta en España.
Verino que decidió dejar la Pasarela Cibeles buscando expandir su nombre y su reconocimiento internacional, apunta hacia la Semana de la Moda de Nueva York.
«Sin duda alguna ése es mi gran objetivo. Este acontecimiento que inauguramos hoy va a significar algo más que una pasarela. La persecución de una serie de puntos de venta en EEUU y la posibilidad de desfilar en la Semana de la Moda de Nueva York espero que me ayuden a obtener un reconocimiento no sólo en este país sino a nivel internacional, que es lo que yo perseguía al dejar Cibeles», añadió.
Para lograr esa presencia en EEUU, Verino y su equipo han entrado ya en contacto con los compradores estadounidenses y puntos de venta para ser admitidos en la Semana de la Moda, y confiesa que trabajan «sin descanso y sin dejar de ilusionarse cada día, convencidos de que estamos en un momento buenísimo para que todo eso sea realidad».
Abrir tienda en la Gran Manzana, en donde ya están situadas otras firmas españolas como Custo Barcelona o Agatha Ruiz de la Prada, además de Zara o Mango, es «un objetivo largamente perseguido», indicó Verino, que inicialmente busca una entrada a través de los grandes almacenes de gama alta, sin descartar las franquicias.
Sobre el espectáculo que acompaña al mundo que rodea la moda y a los diseñadores, Verino considera que «como en todo, tiene mucho que ver con la visión que cada uno de nosotros tiene de nuestro trabajo.
Yo respeto mucho a los colegas que creen que forman parte de todo el espectáculo que rodea a la moda».
«Aunque parece que esa implicación penaliza después a todo el trabajo que hay detrás de nuestras creaciones. Cada uno es libre de elegir y decidir qué es lo que le interesa. A mí me parece importante que nos respetemos mutuamente», agregó.
Interesado en incorporar referencias culturales originales a sus colecciones, es un decidido partidario del empleo de materias primas «nobles» y ha sido siempre uno de los mayores abanderados europeos del lino, la lana virgen y la piel de cordero español.
Sobre la moda española, Verino opinó que «no le sobra tanto el divismo, que aporta la posibilidad de que se nos conoza, pero sí le faltan cosas. La moda española tiene un protagonismo incipiente que va a ser indiscutible si hacemos bien nuestro trabajo: que todo el talento se plasme en realidades tangibles para el consumidor».
«Estamos consiguiendo ser reconocidos a nivel internacional. Hace unos años hablar de moda en España era predicar en el desierto», indicó.
Consideró que en el país «hay suficiente talento y capacidad para que en los próximos cinco años se logre una estructura del diseño español suficientemente potente para que España esté posicionada entre los países que deciden la moda del mundo. En España hemos dado pasos de gigante».
Verino ha ampliado su actividad empresarial a la producción vinícola en su tierra, con su bodega Tierra de Gargalo, de la que señala que es «un proyecto familiar que demuestra la calidad del vino de la tierra en que yo nací. Inauguramos hace diez años la bodega y éramos la cuarta del valle, ahora hay 24».