El olor a fama se convierte en un negocio lucrativo

Agencias

TENDENCIAS

Las marcas de fragancias que llevan nombres de celebridades o son promocionadas por éstas representaron el 23% de las 100 mejor vendidas en EE.UU.

14 sep 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Cuando Elizabeth Taylor lanzó en 1991 su perfume «White Diamonds» nunca imaginó que iba a tener tantos imitadores, ni que la venta de perfumes con nombre de celebridad se convertiría, como ahora, en un negocio tan lucrativo en EEUU.En la actualidad, la llamada «perfumanía» no sólo incluye a la Taylor y a sus seguidoras más exitosas -Britney Spears, Paris Hilton y Jennifer López-, sino también a representantes del sexo opuesto, como el magnate Donald Trump y los miembros de la banda Kiss. Solamente este otoño sale al mercado estadounidense una docena de fragancias que llevan estampados, entre otros, nombres como «Antonio», de Antonio Banderas, una mezcla de pimiento, almizcle y bálsamo de abeto de «acento español». La temporada otoñal también trae la nueva fragancia de la modelo y presentadora de televisión cubana Daisy Fuentes, que no está hecha precisamente con la flor de la margarita (daisy, en inglés), sino con la flor de la naranja como base. La cantante Mariah Carey, el jugador estrella de los Yankees de Nueva York, Derek Jeter, y el extravagante rockero Marilyn Manson son otras estrellas que tienen previsto lanzar su perfume en las próximas semanas. Pero en este prometedor negocio de «olor a la fama» no sólo funcionan nombres de individuos sino también de colectivos, como las fragancias de la serie de televisión «Amas de Casa Desesperadas», que saldrá con el nombre de «Fruta Prohibida», o la de la serie de dibujos animados «Los Simpsons». En el juego también han entrado marcas establecidas como Chanel, que ha usado a Nicole Kidman en sus anuncios de «Chanel Número 5», y la firma francesa Guerlain, que lanza a finales de año «Insolence», cuya musa e imagen es la actriz Hilary Swank. Los perfumes de las celebridades son el segmento de más rápido crecimiento de la industria del perfume del EEUU, un negocio que mueve 2.900 millones de dólares al año, según la firma de investigación de mercados NPD Group. Las marcas de fragancias que llevan nombres de celebridades o son promocionadas por éstas representaron el 23 por ciento de las 100 mejor vendidas en EE.UU. en el 2005, un alza respecto al 10 por ciento registrado en el 2003, según NPD. «La tendencia se ha estado acelerando en los dos últimos años», dijo al New York Times Patrick Bousquet-Chavanne, presidente de Estée Lauder, que fabrica «Donald Trump: La fragancia». El furor por los perfumes de celebridades se atribuye al deseo de la industria de atraer nuevos clientes con edades de entre 16 y 28 años de edad, en teoría los que más siguen las tendencias de la moda y la vida íntima de los famosos. En esto fue visionaria la actriz Elizabeth Taylor, cuya fragancia «White Diamonds» sigue siendo un éxito de ventas quince años después de su salida al mercado.A Taylor le siguieron varias celebridades, una de las más prósperas es Jennifer López, que comenzó en el negocio con «Glow» y que este otoño lanza su cuarta marca, «Live Luxe». La fragancia, cuenta la actriz y cantante puertorriqueña a la revista Harper's Bazaar, está inspirada en «el olor de la cabeza de un bebé, un bizcocho tibio y una vela con aroma a grosellas rojas», aunque en realidad es una mezcla de naranja, limón, piña, peonía, violeta, caramelo, vainilla y sándalo. De continuar creciendo esta tendencia, pasearse por los pasillos de una perfumería podría parecerse más a ojear un número de la revista «People». En los estantes, junto a los perfumes clásicos de firmas de diseño reconocidas, se alinean «Lovely», de Sarah Jessica Parker, «Curious» y «Fantasy», de Britney Spears, «Celine Dion: La Fragancia», «Carlos Santana: For Women» y «Paris Hilton». En España, el grupo de perfumería Puig va a lanzar este año un perfume producido en Argentina, «Justsport», cuya «cara» es el ex portero de la selección de fútbol del país Sergio Goycochea. Y hasta uno de los hermanos de Osama bin Laden, Yeslan Bin Laden, ha puesto a la venta en Suiza y Arabia Saudí un perfume «unisex» que lleva su nombre, «Yeslan», y sus iniciales, «YB». Está por ver si llegará a EEUU.