Broncano, contundente contra Pablo Motos y «El Hormiguero»: «Nos acusan de politizarlo cuando son ellos los que meten la política»
TELEVISIÓN
El presentador de «La revuelta» reconoce que ha contribuido a la crispación entre los programas tras su denuncia de lo sucedido con Jorge Martín, pero critica que desde la competencia intenten llevarlo a la política: «Que conteste a lo que he dicho yo»
01 dic 2024 . Actualizado a las 10:59 h.David Broncano es esquivo para las entrevistas, especialmente desde el estreno de La revuelta. Pero hace solo unos días, en plena polémica por la guerra declarada a El hormiguero, el presentador se rindió ante los encantos de un joven entre el público y le prometió que le concedería a él ese honor. «La única entrevista que voy a dar este año prácticamente, en el canal de Detective Murciano», le dijo a Antonio García, un joven creador de contenido humorístico. Y ha cumplido su palabra.
Sentados en un banco en los jardines del Campo del Moro de Madrid, el presentador ha contestado de tú a tú a las preguntas del joven que, junto a su colega Arturo Perona, más conocido como Foxer Zorrorífico, se han convertido ya en favoritos de la audiencia de La revuelta. Cómo no, el Detective Murciano no ha dejado pasar la oportunidad de indagar en la guerra abierta entre Pablo Motos y David Broncano. Y este ha contestado sin cortarse un pelo.
Broncano ha dedicado buena parte de sus explicaciones a cargar contra las acusaciones de corte político vertidas por Pablo Motos y otros colaboradores del programa de Antena 3. Ha negado tajantemente las razones ideológicas a las que aluden constantemente sus rivales para justificar la batalla por las audiencias y les ha imputado a ellos el utilizar la política como arma de crispación entre rivales televisivos.
Broncano ha confesado que vio en directo el discurso de Pablo Motos del pasado lunes, en el que el presentador de El Hormiguero, en lugar de defenderse de la denuncia pública de Broncano, lo que hizo fue acusarlo de utilizar la guerra de invitados como una «cortina de humo» para tapar las revelaciones de Aldama que implican a varios líderes socialistas. «Ellos nos acusan de politizar el asunto y de crisparlo mucho y de polarizarlo, cuando son precisamente ellos los que hablan de política», se quejó Broncano, cargando directamente contra ellos: «No os podéis quejar de politizar una cosa que estáis politizando vosotros». Y defiende que, por su parte, «ha politizado cero», reafirmándose en que su denuncia pública se refería únicamente a un tema laboral.
«Yo no estaba hablando de nada político», recuerda, «estaba denunciando que nos boicotearon un invitado cuando estaba ya allí». Por eso, cree que el hecho de que Motos evitase defenderse concretamente de los hechos revelados confirma que estaba reconociendo «implícitamente» que presionaron para «que no saliese en el programa ese día».
Broncano entiende en cierta medida que durante las negociaciones para su contratación en La 1 muchos sospechasen de un movimiento puramente político en su fichaje. Pero cree que es algo que debería haber quedado superado a día de hoy. «La gente está viendo que el programa no es un panfleto político ni una soflama ideológica», defiende a su formato, «es un programa de humor».
Teoriza el conductor de La revuelta que quizás a Pablo Motos, por tema de audiencias y repercusión, le viene bien seguir incidiendo en la supuesta instrumentalización del programa de La 1 como herramienta política al servicio de Moncloa, aunque niega rotundamente la mayor. «Hay un grupo de gente muy grande que me quiere atacar y que piensa que soy un vasallo de Pedro Sánchez, cosa en la que se equivocan muchísimo», dice Broncano, que cree que El hormiguero pretende con ello reforzar e inflamar a esa parte de sus potenciales espectadores. «No sé hasta qué punto les interesa como estrategia insistir en eso, que estoy comprado por Pedro Sánchez y que le hago el juego y que me utilizan para hacer cortinas de humo», reflexiona.
¿Cómo lleva la presión?
Broncano reconoce, en todo caso, que está llevando bien la presión actual. «Me afecta poco, por suerte». Y cuenta que sí fue una fuente de preocupación para sus allegados, especialmente durante el enconado debate sobre su contratación por la televisión pública. «Llevo muchos meses con mucho foco encima», dice. Aunque, afortunadamente, lo aguanta bien en lo personal.
No así en lo profesional. Ahí no siempre. El día de Jorge Martín explotó, pero porque era algo que ya venía rumiando desde hacía ya tiempo. «Llevo un par de meses o tres que estoy más agitado», reconoce, confirmando que algunos días se enfada «un poco», especialmente con los múltiples episodios que han vivido con el tema invitados. «Eso te tensa», dice.
Y aunque es consciente de que su denuncia pública ha contribuido a que aumente mucho más la crispación, considera que era necesario decirlo. «Porque ya ha pasado muchas veces», critica. Pero aún así también sabe que lo que inflama todavía más los ánimos es que metan la parte política en la mezcla. «Cuando vi lo de Pablo yo pensé: "Pero que conteste a lo que he dicho yo"», pide. Todavía está esperando.