«The Crown» ya tiene fecha de rodaje de su quinta temporada

La Voz REDACCIÓN

TELEVISIÓN

Phil McCartenDylan Martínez (Reuters)

Jonathan Pryce interpretará al príncipe Felipe

11 abr 2021 . Actualizado a las 17:14 h.

The Crown ya ha comenzado la cuenta atrás para su desenlace. La serie de Netflix que narra la historia de la familia real británica aún tiene por delante dos temporadas (la quinta y la sexta), pero por fin se encuentra inmersa en el proceso creativo de estas tandas de capítulos que no se estrenarán hasta dentro de bastantes meses, según adelanta el portal Vertele.

Mientras no pueden disfrutar los nuevos episodios, los seguidores de la ficción tal vez se contenten con saber que la fecha esperada para que comience el rodaje de la quinta temporada será el mes de julio del 2021, como confirman desde la productora.

Tras anunciar los fichajes de Imelda Staunton y Jonathan Pryce en los papeles de Isabel II y el príncipe Felipe en sus etapas más maduras, la compañía ha encontrado también a su nueva Lady Di. Elizabeth Debicki será la princesa Diana de Gales en las temporadas 5 y 6, las dos tandas que pondrán fin al trono de la ficción británica. Así se anunció en redes sociales, donde cada comunicado real es acogido con gran aceptación por parte de su público. Debicki es conocida por sus papeles El Gran Gatsby y en la miniserie The Night Manager.

El Consejo de Informativos de Radiotelevisión Española ha rechazado el «ataque generalizado» a la televisión publica desde diferentes partidos políticos y «alentado» desde algunos medios de comunicación o líderes de opinión, «de uno y otro lado del espectro ideológico». En un comunicado, el Consejo explica que en los últimos días, desde diferentes partidos políticos y candidatos a la Asamblea de Madrid, se han vertido «graves acusaciones de manipulación o malas prácticas informativas» contra TVE y sus profesionales.

Se trata en muchos casos de «una voraz difamación gratuita que solamente persigue objetivos partidistas o electoralistas, no el interés general de mejorar el servicio público que prestamos». «No aceptamos el ataque que está sufriendo la televisión pública desde diversos partidos políticos y alentado desde algunos medios de comunicación o líderes de opinión, de uno y otro lado del espectro ideológico», menciona el comunicado, que apunta a que estos ataques tendrían «objetivos partidistas o electoralistas, no el interés general de mejorar el servicio público». En el informe se explica que los trabajadores de TVE habrían estado sufriendo «descalificaciones o insultos personales en público y en privado». Así mismo, recuerda el Consejo que «cuando ha sido pertinente» ha señalado y lamentado los errores cometidos.

Felipe de Edimburgo, «The Crown» y el águila de dos cabezas

Mariluz Ferreiro

Para casi todos aquellos que no son británicos, Felipe de Edimburgo ha sido durante años ese señor estirado que caminaba detrás de Isabel II. Una especie de tío abuelo que saludaba desde el balcón de palacio. Para bien y para mal, Netflix le abrió al duque la puerta de la casa de millones de personas con la serie The Crown. De repente, el consorte de la reina tenía vida propia en la ficción, que iba deshojando el pasado en cada capítulo, matando las polillas con el calor de los focos e iluminando rincones casi olvidados. La explosión de su nueva popularidad casi coincide con su retirada de la vida pública. La ficción se estrenó en otoño del 2016 y el anuncio de su jubilación llegó en la primavera del 2017. Felipe pasaba de un segundo a un tercer plano, pero la pantalla lo devolvía al primero. Hay historiadores que niegan que le costara hacerle una reverencia a su esposa en la coronación y que ella tuviera que decirle: «Un hombre fuerte debería poder arrodillarse». Seguramente nunca se sabrá hasta qué punto el marido de Isabel se sintió frustrado al comprobar que no era el rey (ni oficial ni oficiosamente). Ni cómo fueron los escarceos que se deslizan en la ficción. Ni si es cierto que se quedó hipnotizado por el viaje del Apolo 11 a la Luna mientras sentía que su labor terrenal era insignificante. Es poco probable que llegara a decirle a una Diana de Gales que se veía a sí misma sola, como «en una cueva fría», que en la familia real, en realidad, todos y cada uno de los miembros eran «perdidos, solitarios e irrelevantes outsiders aparte de la persona, la única persona que importa». Y es casi imposible que compartiera con su mujer la teoría de los Windsor que explica en el capítulo Margaritología, en el que Margarita eclipsa a Isabel: «Imagina una criatura mitológica, un águila de dos cabezas. Imagina que nos representa, a esta familia. Siempre ha habido los Windsor deslumbrantes y los aburridos. Y así desde Jorge V hasta la reina Victoria. Una línea ininterrumpida de flemática y pomposa monotonía. Junto a esa vena aburrida, diligente, fiable y heroica, discurre otra. La deslumbrante, la brillante, la individualista. Y la temeraria. Y por cada Victoria hay un Eduardo VII. Por cada Jorge V hay un príncipe Eddy. Por cada Jorge VI hay un Eduardo VIII. Por cada Lilibet hay una Margarita. Tú eres la reina y ella es tu temeraria hermana pequeña». El duque de Edimburgo apuntaló esa parte rocosa, árida y, en apariencia, menos fascinante, en la que, al fin y al cabo, se asienta la continuidad de la corona. Y The Crown le sacó punta, pero también le dio brillo a esa sobria cabeza del águila bicéfala de los Windsor.

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