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s. c. REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

La nueva temporada de «True Detective» recupera el ritmo de la primera

09 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

No es True Detective una serie de consumo rápido, máxime en esta tercera temporada, que recupera el ritmo de la primera. Ambientada en la Arkansas profunda y pobre, los treinta años de la trama permiten ver la evolución de los personajes, la política y la sociedad.

Dos buenos pero desmotivados policías se enfrentan en los ochenta a la desaparición de dos niños, los hermanos Will y Julia Purcell, en los últimos cursos de primaria. El cativo aparece muerto y de la niña nada se sabe.

Esa es la historia principal, pero no desdibuja las secundarias, que por momentos la difuminan: el machismo, con un protagonista que no soporta que su mujer sea más brillante que él y una sociedad que señala al padre de los desaparecidos por considerarlo débil; el racismo, contado a través de las víctimas, incluido el propio protagonista, cuya carrera ayudó a truncar su color de piel; la Iglesia, poderosa y controladora; los altos mandos policiales, más pendientes de la prensa que de la verdad; el maltrato a los veteranos de guerra (de Vietnam), abandonados a su suerte y hasta odiados como metáfora de un país perdedor, personificado también en la madre de los Purcell; y la memoria, asunto central y tal vez la reflexión más interesante al vincularla a las relaciones de pareja y el poder del otro en la historia personal.

True Detective

EE.UU., 2019 ***

Director: Nic Pizzolatto. Actores: Mahershala Ali (Wayne Hays), Stephen Dorff (Roland West), Carmen Ejogo (Amelia Reardon), Scoot McNairy (Tom), Mamie Gummer (Lucy).