«Buscadores de naufraxios» desciende al cementerio de barcos de A Borneira

s. c. REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

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El programa se emite mañana a las 20.15 en Televisión de Galicia

08 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Mañana, a las 20.15 horas, en Televisión de Galicia, el programa Buscadores de naufraxios se sumergirá en la ría de Vigo para visitar un auténtico cementerio de barcos: A Borneira. Unas peligrosas rocas que durante siglos fueron las causantes de numerosos naufragios. Según expertos y buceadores, es imposible saber cuántos barcos descansan junto a este bajo; en lo que sí coinciden es en que el más relevante es el Southern Cross, cuya llamativa carga aún permanece bajo el mar.

El Southern Cross era un trasatlántico inglés de la compañía Hulder Line, que partió de Liverpool con dirección a Buenos Aires portando 168 pasajeros y en torno a 7.000 toneladas de carga. Tras hacer escala en Bilbao y Santander tenía previsto llegar a Vigo la víspera del día de Navidad de 1909. Sin embargo, al entrar en la ría olívica se topó con el bajo de A Borneira y jamás llegó a puerto.

Para entonces el bajo de A Borneira ya se había cobrado numerosas víctimas, por lo que, para evitar nuevas tragedias, se colocó un faro sobre las rocas señalizando el peligro. Sin embargo, el día del naufragio del Southern Cross este faro estaba apagado. «Eran días de temporal, nos que o fareiro non puido subir ao faro para prender a luz» explica el arqueólogo subacuático David Santos, quien sostiene que «o capitán do Southern Cross confundiu unha luz vermella na costa de Cangas pensando que era o baixo da Borneira, e bateu con el».

Un viajero falleció al tirarse al mar, pero el resto del pasaje sobrevivió. El Southern Cross con toda su carga no tardó en irse al fondo. «Estamos a falar dunha época que había moita escaseza e miseria -explica el historiador Fernando Patricio Cortizo-. Un cargamento deses barcos supoñía unha riqueza enorme».

Los restos del Cross

A día de hoy pueden encontrarse numerosos restos del Southern Cross en casas particulares de Cangas y Moaña. «Nas chalanas e nos barquiños arrimábanse e collían o que había. Á rapina, como se di. Somos un pobo marítimo e iso está no ADN», explica Jesús Molanes, mariscador de Cangas y una de las primeras personas que buceó entre los restos. A pesar de que muchos restos han sido sacados del barco, la carga más característica del Southern Cross sigue maravillando a los buceadores que se acercan a él: «Son famosas as imaxes submarinas que formaron eses bocois de cal, que quedaron petrificados no fondo despois de que se desfixese a súa estrutura de madeira», explica Cortizo.