«Buscadores de naufraxios» se sumerge hasta el pecio del Rytterholm

s. campo REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

Entre los buceadores, el Rytterholm es conocido como el Chino por el cocinero fallecido en el hundimiento
Entre los buceadores, el Rytterholm es conocido como el Chino por el cocinero fallecido en el hundimiento

TVG explora esta noche los restos del mercante noruego hundido en 1976, en la nueva entrega del programa

07 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Existen pocos barcos hundidos en la costa gallega tan icónicos como el que visita el programa Buscadores de naufraxios esta noche, a las 23.20 horas en Televisión de Galicia. Se trata del pecio del Rytterholm, un mercante noruego de más de 100 metros de eslora que naufragó el 12 de octubre de 1976 en la bahía de A Coruña. Una auténtica joya subacuática que es conocida entre los buceadores como El Chino, ya que la única persona que falleció en el naufragio fue el cocinero del barco, que era de esta nacionalidad. Buscadores de naufraxios se sumergirá a 35 metros de profundidad para visitar los restos de este espectacular pecio.

El Rytterholm viajaba con 35 tripulantes desde Noruega a Tailandia transportando gran cantidad de fertilizantes químicos. La noche del 11 de octubre de 1976 se encontraba a la entrada del puerto de A Coruña cuando le sorprendió un fuerte temporal que produjo un corrimiento de la carga que transportaba. Esto provocó que el barco escorara 20 grados a estribor. El capitán solicitó permiso para entrar en el puerto herculino y tratar de corregir esta inclinación, pero las autoridades portuarias se negaron al considerar que era una maniobra peligrosa que podía acabar colapsando el canal de entrada a A Coruña.

Sobre las 9.30 de la mañana siguiente, el fuerte temporal seguía arreciando contra el Rytterholm, cuyos mástiles batían incesantemente contra el mar. El capitán dio orden de abandonar el barco, pero la tripulación no se atrevía a saltar. «Por moito que lle dixemos aos tripulantes que saltaran, non eran capaces. O mar estaba bastante duro, era vento forte e o mar, malo», explica Eugenio Cordal, uno de los rescatadores.

Ante esta situación, la Blanca Quiroga, principal embarcación de salvamento de la Cruz Roja, tuvo que adentrarse entre las arboladuras del Rytterholm, que no dejaban de golpear violentamente contra el mar, para llegar hasta donde estaban los tripulantes. Maniobra tremendamente arriesgada que, a pesar de causar grandes daños a la embarcación, se culminó con éxito. «Cando pensamos que toda a tripulación estaba recollida, díxonos o primeiro oficial que faltaba o Chino, o cociñeiro», explica José Ramón Seoane, maquinista de la Blanca Quiroga. Él, junto con el primer oficial del Rytterholm, fue quien subió al mercante para intentar convencer al cocinero de que abandonara el barco. Sin embargo, por mucho que se esforzaron no fueron capaces. «Levei un gran desgusto en non poder salvar ao Chino. Pero vaia, non puido ser», reconoce con resignación y pena Seoane.

«Rambo» de las profundidades

«O Chino era un pecio ao que só ían os moi veteranos. Entón, cando por fin te levan, vas con moito respecto -explica José María Troiteiro, Troi, el buzo protagonista del programa de esta noche-. E cando estás alí e o ves, dis: isto é a hostia!». Troi es amante del riesgo y la adrenalina, lo que lo llevó a practicar todo tipo de deportes de riesgo y a formar parte de la brigada de paracaidistas del ejército. «Eu quero ser coma Rambo», le dijo a su sargento poco después de ingresar. Sin embargo, en el 2009 tuvo un grave accidente cuando, tras lanzarse desde más de 5.000 metros de altura, tuvo una pérdida en el paracaídas. Milagrosamente logró salvar la vida, pero se rompió la pierna izquierda.

A consecuencia del accidente tuvo que dejar el ejército y los deportes de riesgo y tiene dificultades para pasear o jugar con sus hijos. Sin embargo, hay una actividad que sí puede hacer y con la que disfruta: el buceo. «Antes gustábame a altitude, e agora gústame a profundidade -explica Troi-. De feito, cando baixo collo a mesma postura que no paracaídas».

La tragedia de La Isla

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El pesquero La Isla naufragó la mañana del 4 de octubre de 1970 frente a la Torre de Hércules. Catorce de sus tripulantes fallecieron ante la atenta mirada de los vecinos de As Lagoas que, desde tierra, contemplaban impotentes el siniestro. La tragedia impulsó la creación de la primera base de la Cruz Roja en España.