La pequeña pantalla encoge en verano

Mikel venys / b.p. REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

Netflix

Los españoles ven 52 minutos menos de televisión en el período de vacaciones; sin embargo, el consumo preocupa a los expertos, que lo consideran demasiado elevado

21 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El 99,3 % de los hogares en España dispone de uno o más televisores. Frente a ellos, los españoles se quedan absortos durante 240 minutos diarios, según recoge el análisis televisivo que realiza Barlovento Comunicación del 2017. Esta cifra se reduce en verano a 188 minutos, casi una hora menos. Dato distinto es el porcentaje de población que mantiene su consumo diario. La región que más aumenta su representación sobre el total de la audiencia es Andalucía (1,0 %), y la que más disminuye Madrid (baja un 1,6 %).

Galicia prácticamente se mantiene y tan solo aumenta un 0,5 %. En agosto se incrementa la presencia de hombres y menores de 45 años frente a la pantalla. Por otro lado un estudio llevado a cabo por IHS Technology sitúa a España como el segundo país europeo que más horas de televisión consume por detrás de Italia. Aunque durante el período estival las horas de televisión disminuyen, las cifras siguen alarmando a expertos de diferentes campos, que aseguran que el abuso de la «caja tonta» tiene una serie de peligros que no todo el mundo conoce.

«Me parece una cifra desorbitada para poder gozar de una buena salud mental», afirma la psicóloga Eva Sández, quien asegura que ver la televisión durante cuatro horas diarias puede conllevar graves consecuencias. Entre ellas, aislamiento social, ansiedad, depresión o trastornos de sueño. «Llevamos un ritmo de vida frenético. Si nos enclaustramos en casa y combatimos el estrés con métodos artificiales como ver un programa o una serie y no por vías naturales y sanas como hacer ejercicio o vida social, este se retroalimenta», indica Sández. «La mente no se agiliza lo suficiente y, por tanto las habilidades cognitivas y las capacidades sociales se atrofian. En este país está socialmente bien visto hacerse un maratón de alguna serie y verse 6 o 7 capítulos seguidos. Eso no es sano», añade.

Sobrepeso y obesidad

Entre el 30 y el 40 % de la población española padece obesidad o sobrepeso, algo que la nutricionista Emma Enríquez relaciona directamente con la publicidad engañosa emitida en televisión. «Los niños reciben unos 7.500 mensajes anuales sobre productos supuestamente saludables que contienen, en realidad, una gran cantidad de azúcar o grasas saturadas. Engañan a los padres con eslóganes como ‘‘el desayuno de los campeones’’ y con modelos atléticos y atractivos», dice.

Enríquez explica que, además, existe una tendencia generalizada a comer viendo la televisión. «Alimentarse delante de una pantalla no es nada beneficioso. Muchas veces seguimos comiendo sin tener hambre, nos limitamos a engullir lo que hay en el plato sin ser conscientes de la cantidad que estamos ingiriendo», subraya. Por otro lado, cuenta que las personas suelen acompañar los contenidos que ven en televisión con alimentos «ultraprocesados hiperpalatables» que no pueden dejar de comerse y no aportan ningún nutriente.

Una exposición desmedida a las pantallas de visualización puede desencadenar, a su vez, serios problemas oculares. «Cuatro horas de televisión me parecen excesivas», opina Fermín Vázquez, oftafmólogo en el Hospital Universitario A Coruña (CHUAC). «Muchos pacientes después de haber visto durante horas la televisión se quejan de fatiga visual, somnolencia e incluso dolor de cabeza», explica. Las consecuencias son todavía peores al hablar de tabletas o teléfonos móviles. «Enfocar de cerca supone un gran esfuerzo para el ojo que puede desembocar en picor de ojos, problemas de enfoque, sequedad ocular e inclusos pequeñas queratitis. No hay que abusar de estos dispositivos», aconseja el doctor Vázquez. De la misma manera, recomienda ver la televisión en una habitación en la que como mínimo haya una iluminación tenue, nunca a oscuras.