La gallega de «Maestros de la costura»: «Todo lo que me diga Lorenzo Caprile es un privilegio»

b. pallas REDACCIÓN / LA VOZ

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«Coser en casa es lo mejor», afirma Pa, que esta noche deberá hacer una falda de tablas en 90 minutos

19 feb 2018 . Actualizado a las 08:46 h.

Confeccionar una falda de tablas en noventa minutos, copiar con exactitud una camisa masculina en ochenta pasos y personalizar un mono azul serán hoy los retos de los aspirantes en el segundo programa de Maestros de la costura, en el que la peletera Elena Benarroch les enseñará a presentar sus creaciones. Entre ellos está Pa, que vivió en Ferrol hasta los doce años y regresa a esta ciudad cada verano. «Actualmente vivo en Madrid; también he vivido en Cartagena, en Cádiz y en Bélgica», afirma esta ama de casa y esposa de capitán de navío que confiesa su «pasión por la costura».

-Salió muy airosa de la primera prueba del programa, la de hacer un vestido como el de Escarlata O’Hara con unas cortinas. Habrá sido difícil...

-Fue difícil, pero tenía tanto entusiasmo y ganas que no pensé en el tiempo y me olvidé del bajo. Pero quedé segunda y estaba feliz.

-¿Cómo encaja el carácter estricto del jurado, especialmente las valoraciones Caprile?

-Lorenzo Caprile es un maestro de la costura con mayúsculas, todo lo que me diga es un privilegio. ¿Quién me iba a decir a mí que iban a juzgar mi trabajo tres profesionales? ¡Es increíble!

-¿Qué experiencia tiene en el mundo de la costura?

-Llevo cosiendo desde los 15 años hasta ahora, que estoy cerca de los 50, pero solo coso para mí y para mis hijos.

-¿Cuál es su objetivo en el programa?

-Me falta saber patronaje. He cosido con el Burda toda la vida y la ocasión de aprender a hacer patrones me encantaba.

-¿Cuál fue su primera impresión al entrar al taller?

-Que no me lo creía. Un taller inigualable. Era precioso, la mercería, mi mesa de trabajo… Aún me emociono recordándolo.

-¿Considera alto el nivel de los participantes?

-Somos amateurs, amantes de la costura y con muchas ganas de aprender. Mis compañeros del casting fueron maravillosos y mis compañeros de programa, aún más.

-Al casting se presentaron 10.000 personas en toda España. ¿Han sido muy difíciles las pruebas para conseguir entrar?

-Han sido difíciles. En España hay mucha gente que ama la costura y conseguir superarlas ha sido todo un reto. En una de las pruebas teníamos solo una hora para confeccionar una prenda.

-La moda de bajo coste y la falta de tiempo ha acabado con la costumbre de coser en casa. ¿Cree que merece la pena?

-Coser en casa es lo mejor. Yo me imagino un vestido y me lo hago, como yo quiero, a mi manera, es único y encima me divierto. A mis hijas igual. Ellas me dicen: «Quiero esto», y se lo hago y disfruto mucho cuando lo acabo y se lo ponen.