«La televisión sigue siendo clave en el entretenimiento infantil»

B. P. L. REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

VÍTOR MEJUTO

El canal Nick Jr. acaba de estrenar en EE.UU. la serie «Cleo & Cuquín», basada en la familia Telerín

04 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La mítica familia Telerín ha vuelto a las pantallas a través de la serie preescolar Cleo & Cuquín, una producción española que acaba de estrenar en Estados Unidos el canal infantil Nick Jr. y que también se puede ver en Clan. Además, la serie tiene un acuerdo con Netflix para su futuro estreno mundial y con Mattel para el lanzamiento de su línea de juguetes. Este título cuenta con un canal en YouTube Kids que suma ya casi dos millones de suscriptores en España y América. Uno de sus vídeos, el de La vaca lechera, fue en el 2017 el cuarto más visto en España, por detrás de Despacito, la parodia de Despacito y un vídeo de El Rubius. Víctor López, director ejecutivo de su productora, Ánima Kitchent, participó esta semana en el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual (MPXA), titulación de la Universidade da Coruña que imparte la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre con el respaldo de la Fundación Amancio Ortega.

-¿El estreno de la serie en España y Estados Unidos demuestra que la animación infantil es un lenguaje universal o existen diferencias entre un país y otro?

-Sí hay diferencias y no se sabe bien por qué. Ocurre con todos los contenidos, también con los infantiles. Aunque es un lenguaje universal y los guiones son mitad estadounidenses y mitad españoles, sí hay cosas que funcionan mejor en unos sitios que en otros. Pero en general los contenidos que tienen un gran éxito en un país suelen funcionar bien en los demás.

-¿La programación continua de los canales para niños hace que para una serie sea más difícil destacar?

-Sí. Y no está solo la televisión. Están YouTube, las apps, los videojuegos. Hay muchos más contenidos audiovisuales de entretenimiento de los que teníamos nosotros de pequeños y eso hace que la competencia ahora sea feroz. Encontrar un hueco es complicado.

-¿Sigue siendo la televisión la ventana principal?

-Sí. YouTube acompaña muy bien el contenido de televisión y te permite que los niños lo vean a cualquier hora, pero a día de hoy la televisión sigue siendo clave en el contenido y en el entretenimiento infantil. Luego los canales lo que hacen es desdoblarse en Internet. Tienes Clan y tienes su portal, donde los niños pueden volver a verlo, jugar o colorear. Pero para nosotros la gran sorpresa ha sido YouTube, porque empezamos a trabajar en él como un medio de márketing para dar a conocer Cleo & Cuquín y se ha convertido en un buen negocio. El dinero que está dando mensualmente YouTube no es desdeñable y se ha convertido en una fuente de ingresos en algunos casos más importante que la televisión. Con esta serie producimos contenido para televisión y contenido para YouTube, porque las cadenas ya lo consideran competencia y limitan lo que podemos poner.

-¿Recurren mucho los padres al vídeo de «Vamos a la cama» como herramienta?

-Cuando éramos pequeños la tele siempre ponía el vídeo de Vamos a la cama a las ocho y media. Ahora las teles ya no mandan a los niños a la cama. Ahora lo que quieren es que los niños estén ahí cuanto más tiempo mejor, porque es audiencia que ganan. Lo que hemos hecho es una aplicación que saldrá en breve. En ella el padre decidirá cuándo suena la alarma en el teléfono y, en ese momento, le pone el vídeo con la canción y le enseña unas rutinas antes de acostarse.

-¿Pueden saber por las visitas si se reproduce más el vídeo a la hora de dormir?

-Estamos analizando datos para ver cómo se consume cada vídeo por horas y por países. Tenemos una empresa que lo está analizando, pero por ahora no tenemos datos concretos. Sí nos ha sorprendido que el vídeo de La vaca lechera se ha convertido en el cuarto vídeo más visto en España el año pasado. Por qué ese vídeo y no otro es algo que no sabemos. Esperamos que el big data nos dé más claves, porque una cosa que nos encantaría es dejar de producir vídeos por intuición o por espíritu creativo y entender por qué un contenido funciona mejor que otro. Sería de gran ayuda incluir algo de ciencia en esto que hacemos. Podemos intuir algunas cosas. Creemos que si Cloe, la protagonista, le habla directamente a la cámara parece que el vídeo funciona mejor, pero no hay datos que lo corroboren. Tenemos ganas de aprender cómo construir esa información para que sea relevante.