Esther Requena: «Con Dabiz Muñoz aprendí que hay que esforzarse y atreverse a todo»

beatriz pallas REDACCIÓN / LA VOZ

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La granadina, de 10 años, solo practicó dos veces el menú de la final, calificado de «milagro» por el jurado

12 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Con solo diez años, Esther Requena se convirtió en la ganadora de MasterChef Junior 5 después de escuchar excepcionales alabanzas hacia un menú elaborado por ella misma que rozó la perfección. «No es normal que una niña de diez años haga algo así», aseguró el cocinero tres estrellas Dabiz Muñoz acerca de su plato de salmón con cítrico y salicornia, una elaboración que el juez Jordi Cruz calificó de «milagro». Tres millones de espectadores (una cuota del 23,3 % que fue récord histórico para la versión infantil del concurso) siguieron el duelo que enfrentó a esta granadina, tranquila y muy habladora, con María Blanco, que fue la finalista más joven con solo 9 años.

-¿Cómo estás viviendo el día después de la final?

-Supercontenta y superemocionada, aunque algo cansada porque me quedé viendo MasterChef hasta muy tarde y hoy [por ayer] me levanté temprano para las entrevistas.

-¿Conseguiste guardar en secreto que eras tú la ganadora?

-Sí, no lo sabía ni mi abuela.

-¿Y qué crees que te dirán tus compañeros cuando llegues al colegio?

-Mis amigas ya me han dicho cosas, porque tenemos un grupo de WhatsApp.

-Seguro que a tu hermana le habrá encantado que le dedicaras el triunfo.

-Ella tiene autismo y no entiende qué es MasterChef, pero sé que en el fondo sabe que yo la quiero mucho y que he hecho muchas cosas por ella.

-¿Cuántas veces practicaste el menú de la final y quién te ayudó?

-Solo dos veces. El menú lo pensé yo con lo que ya sabía, con lo que había aprendido y siguiendo el libro. Mi madre también me dio algún consejo.

-¿Cuándo aprendiste a cocinar de esta forma?

-A hacer mis primeras cosillas aprendí con seis, casi siete años. Me enseñó mi madre, aunque es complicado de explicar, porque mi madre sabe cocinar y es quien cocina, pero no le gusta; y mi padre no sabe, pero sí le gusta. O sea, que mi madre me enseñaba a mí y yo le enseñaba a mi padre.

-Por ser la primera en conseguir la chaquetilla ganaste una clase magistral en Londres con Dabiz Muñoz. ¿Cómo fue la experiencia?

-Genial. Fue espectacular, porque yo jamás pensé que iba a ir a Londres y tampoco pensé que iba a probar un plato de tres estrellas Michelin. Y estuve en Londres, yo sola con Dabiz Muñoz en su restaurante. ¡Flipante! Y estaban las cosas tan buenas... que todavía me acuerdo.

-¿Qué aprendiste con él?

-Que todo tenía que tener una lógica y que hay que esforzarse y atreverse a todo.

-En la final te atreviste, pero estabas muy tranquila.

-Estaba tranquila, pero nerviosa por dentro.

-María y tú no dejasteis de abrazaros y dar saltos de alegría. Había más compañerismo que rivalidad.

-Hombre, no, porque ella y yo éramos amigas. Y si hubiese ganado me habría alegrado por ella igual que ella se alegra por mí.

-¿Cuál fue la prueba más difícil del concurso?

-La de seguir a Dani García. No lo pasé mal, pero sí era la prueba más complicada.

-¿Cuál es tu plato favorito?

-¿Para cocinar?

-Sí.

-Me da igual.

-¿Y para comer?

-El plato que hice en la final, el del salmón con cítricos y salicornia. Antes era otro, pero, después de probarlo, me gustó este. Y ahora me encanta comerlo.

-A tu edad, si les dejan, los niños suelen elegir perrito caliente, hamburguesa, pizza... ¿Qué elegirías tú?

-Depende del día. Hoy elegiría lo del salmón, pero a lo mejor mañana prefiero pizza. Comer todos los días lo mismo, como que no.

-A los niños que no cocinan o que sus padres no les dejan acercarse al aceite caliente, ¿qué les dirías?

-Que lo intenten, porque con esfuerzo y pasión lo pueden conseguir todo. Que se esfuercen por lo que quieren en la vida. Y que intenten convencer a sus padres.

-Y tú, ¿ya tienes claro lo que quieres ser de mayor?

-Sí. Quiero ser chef y tener mi propio restaurante.