De un beso histórico en «Operación Triunfo» al vello púbico como tema de conversación

C. Barbería REDACCIÓN

TELEVISIÓN

Raoul y Agoney cerraron su actuación con un beso en la boca que puso el punto y seguido a la revolución sexual desatada hace unas galas en el «talent show» musical

12 dic 2017 . Actualizado a las 11:23 h.

La revolución sexual iniciada hace un par de galas en OT, vivía este lunes un nuevo capítulo. Si en aquel momento la pasión de los jóvenes triunfitos se desató, primero con la interpretación del tema de la Casa azul, Revolución sexual, y después con el beso entre Marina y su novio Bast, esta vez los protagonistas fueron Raoul y Agoney, que cerraron su actuación con un beso que pasará a la historia de TVE y de Operación Triunfo.

El canario y el catalán tenían este lunes el difícil reto de interpretar la canción Manos vacías, de Miguel Bosé y el líder de La unión, Rafa Sánchez como una historia de amor homosexual que termina en separación. Y los Javis, los profesores de interpretación de la academia de OT, les habían propuesto cerrar la actuación con un beso en la boca entre ambos.

Y dicho y hecho. Los aspirantes de OT llevaron a cabo una actuación que pasará a la historia de la televisión con un beso que ayudará además de a seguir dando normalidad a las relaciones homosexuales, a romper tabués que todavía existen en la sociedad.

A pesar de todo, el trabajo y esfuerzo de Raoul durante la actuación en la gala y las clases de interpretación a lo largo de la semana no conquistaron al jurado de Operación Triunfo, que lo convirtió en uno de los nominados de la semana. El otro aspirante a abandonar la academia será Cepeda, que tras imponerse a Mireya en las votaciones por la expulsión, volvió a situarse por tercera semana consecutiva en la cuerda floja.

La séptima gala de OT arrancó con una actuación grupal cargada de energía, ritmo y buen rollo. Los triunfitos interpretaron el A quién le importa de Alaska con una gran puesta en escena que hacía presagiar que la de este lunes sería una gala distinta. Y tanto que lo fue.

Tras el histórico beso entre Agoney y Raoul llegó el turno de la expulsión. Y al igual que en la semana anterior, Cepeda ganó una nueva oportunidad en OT al imponerse por un ajustado 53 % a Mireya, que había protagonizado una actuación cargada de fuerza y emoción al interpretar el Ni un paso atrás de Malú. Y el guion previsto para la noche volvió a romperse con la elección del favorito. En la terna de los preferidos se situaron, como ya viene siendo habitual, Amaia y Aitana, y se coló Roi como el tercero en discordia. Y fue precisamente el gallego el que se convirtió en el favorito del público, y por tanto, en el inmune de la semana gracias a su desparpajo, su humor y el duro trabajo realizado durante toda la semana para hacer una gran versión del Ok de Robin Schulz.

Y si Roi y su sapochoncho se convirtieron en los grandes protagonistas de la gala anterior, sobre todo, en las redes sociales, esta semana le tocó el turno a Aitana y Amaia por un comentario de la navarra poco antes del inicio de la gala.

Los concursantes de Operación Triunfo estaban sentados cenando en el comedor de la academia hablando sobre la depilación, cuando Aitana reconoció que, a pesar de ser muy cuidadosa en esos temas, dentro de la academia no se estaba depilando. Ante tal afirmación, los comentario de Agoney y Raoul derivaron del pelo de las piernas al vello púbico. Y fue ahí cuando Amaia soltó un «yo se lo he visto y lo tiene precioso» que dejó boquiabiertos a los presentes y a los espectadores que estaban siguiendo el minuto a minuto de los concursantes a través del canal 24 horas.