Los dos expresidentes debaten sobre la situación de Cataluña en el programa de Jordi Évole
26 nov 2017 . Actualizado a las 20:57 h.«Cataluña no está preparada para una independencia real», fue la llamativa declaración que el expresidente de la Generalitat Artur Mas hizo una semana después del referéndum del O-1 para estupor de los seguidores del procés. Las palabras las matizó después, pero quizá han sido el germen de que la percepción que muchos tienen de su postura con respecto a la independencia se haya debilitado. Al menos, la percepción del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que protagoniza este domingo un cara a cara con él en el programa Salvados de La Sexta y que duda de su convencimiento a la hora de proclamarse independentista.
El cara a cara en el programa de Évole, que llega precedido de una entrevista con el cantautor Joan Manuel Serrat en la que se queja de que en la actualidad se trate de «fascista» al que disiente, pretende ahondar en las raíces del procés desde el momento en que la Generalitat de Cataluña planteó una reforma del Estatut que fue anulada en parte por el Tribunal Constitucional y, desde ahí, analizar la actual situación de Cataluña. Por eso, Évole pregunta directamente a Mas sobre el estado de su fe en la independencia tras la votación, la declaración de independencia y todas las consecuencias sociales, económicas, políticas y judiciales que ha traído consigo.
«¿Usted, después de estos tres meses, ¿sigue siendo independentista»?, le pregunta Évole, una cuestión bien sencilla que Mas responde con un: «Es que no veo ninguna alternativa». Es entonces cuando Évole insiste: «Por tanto, ¿sí sigue siendo independentista?». «Sí», dice al fin, y cuando trata de continuar, el expresidente Rodríguez Zapatero mete baza para expresar sus dudas: «No parece muy convencido».
Durante el programa, que se grabó el viernes 25 y para el que los dos invitados mostraron una «predisposición buenísima», según Évole, Mas también expresa sus quejas contra el Tribunal Constitucional, al que acusa de haber expulsado a los catalanes de la Constitución, y ambos expresidentes discuten con pasión sobre el escenario que se abrirá en Cataluña a partir del 21-D, que, según los últimos sondeos, mostrará una comunidad políticamente muy dividida y sin mayorías claras.
