Xosé Antonio Touriñán emociona y se emociona en «Land Rober»

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El humorista llegó a reconocer «que nos momentos tristes é cando máis se valora todo o grande que estamos facendo»

10 nov 2017 . Actualizado a las 09:40 h.

El de ayer fue un día especial para Xosé Antonio Touriñán. Se dio la triste casualidad de que por la tarde el humorista gallego despidió a su abuelo, horas antes de que tuviese que enfrentarse a un nuevo programa de Land Rober, en donde casi es obligatorio reír y hacer reír. Un difícil reto personal para muchos profesionales pero al que, como quedó demostrado anoche, Touriñán supo hacerle frente de la mejor manera, con una permanente sonrisa, algo que el público no dejó de agradecer. El  programa 103 de Land Rober terminó con un Touriñán al que le temblaba la voz y al público puesto en pie, reconociéndole el esfuerzo. 

«Hai días en que os cómicos non temos ningunhas ganas de rir nin de vir a traballar aínda que este sexa o mellor traballo do mundo porque simplemente o único que temos son ganas de chorar. Hoxe pola tarde enterrei ao meu avó, que aparte de meu avó era o meu amigo. Pero creo que non hai mellor homenaxe para rendirlle que estar aquí con vós, coa xente que hoxe me axudastes», confesó emocionado el humorista gallego. «De verdade que nos momentos tristes é cando máis se valora todo o grande que estamos facendo en Land Rober, levando risas e felicidade á xente. Avó, vai por ti», concluyó entre los aplausos del público.

Poco antes, Touriñán protagonizó uno de los momentos más cómicos del programa presentado por Roberto Vilar al volver a romper otro de los escenarios de uno de los números. El incidente tuvo lugar durante la sección «Xubilados polo mundo».

Durante el gag, Touriñán y su pareja (Eva Iglesias) se embarcaban en un yate, compartiendo mesa con David Perdomo -cuyos cameos en Land Rober son cada vez más habituales y celebrados por el público- y con el actor Miguel Ángel Blanco, que dejó por unas horas de ser el sarxento Bazán de Serramoura, serie de Voz Audiovisual, para convertirse en el capitán.

El número, en el que un elitista Perdomo (Pelayo en la ficción) trataba de ligarse a la pareja de Touriñán, llegando, incluso, a calificar al humorista de periférico (entre las risas generales), terminó con un desafortunado brindis que obligó al programa a irse a publicidad. 

Como ya es habitual, el programa presentado por Roberto Vilar volvió a ser anoche lo más visto en Galicia con un 24,8 de cuota de pantalla y más de 212.000 espectadores.