El tributo de los Simpson a David Bowie y Alan Rickman

La Voz REDACCIÓN

TELEVISIÓN

El Reino Unido afronta una semana trágica tras la pérdida de dos de sus más grandes figuras del mundo de la Cultura

15 ene 2016 . Actualizado a las 15:14 h.

En el episodio Love Is a Many-Splintered Thing, (El amor tiene muchas astillas), de la vigésimo cuarta temporada de Los Simpson, los guionistas de la serie, sin pretenderlo, han rendido un tributo al más puro estilo Springfield al actor británico Alan Rickman, fallecido ayer jueves a los 69 años.

El vídeo dura menos de un minuto. Arranca con Homer y Bart reunidos alrededor de una televisión junto a un grupo de amigos viendo la película Love Indubitably (Indudablemente amor, una parodia de Love Actually, film en el que participó Rickman). En pantalla aparece el actor Benedict Cumberbatch, conocido, entre otros, por su papel de Sherlock Holmes o de Alan Turing en The Imitation Game. En esta película ficticia que están viendo Homer y su hijo, Cumberbatch interpreta a un primer ministro británico que en pleno discurso en el Parlamento declara su amor por Eliza Commonbottom (culocomún), que asiste al pleno desde una de las tribunas del Palacio de Westminster. En ese momento, Eliza baja para encontrarse con él para besarse envueltos en una Union Flag mientras aplauden el resto de diputados. Ahí empieza a sonar All the Young Dudes, canción firmada por David Bowie en 1972, músico fallecido el pasado domingo en una trágica semana para el mundo de la cultura. Y de repente, asoma en escena Rickman, interpretando al Profesor Snape (Harry Potter), su último gran papel en el cine, para dar un breve discurso: «El amor es más poderoso que toda mi magia junta».

A continuación, la acción regresa a un sofá de Springfield y Homer se levanta, envalentonado, invitando a sus colegas a realizar una declaración de amor a sus parejas. Eso sí, cuando finalice la película que están viendo. Mientras, a orillas del Támesis se despelotan el político y estadista Winston Churchill, William Shakespeare, Sherlock Holmes e Isaac Newton. El primero, puro en mano, cubre sus partes con su característico bombín, el escritor con la calavera de Yorick, el tercero con la lupa y el científico con la manzana. Para completar la surrealista escena, como por arte de magia aparece en la Cámara de los Comunes una cabina telefónica de la que sale el director de cine Alfred Hitchcock, que se pone a bailar break dance mientras sigue sonando uno de los grandes himnos del Glam-Rock.