Grandes ilusiones

Beatriz Pallas ENCADENADOS

TELEVISIÓN

10 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Algo de inocencia conserva el espectador si, en un mundo lleno de tecnología, sigue quedándose hipnotizado por la simple desaparición de una moneda o por un misterioso juego de cartas. Aun sabiendo que los trucos son imposibles y que con una búsqueda en Internet se encuentran decenas de tutoriales de prestidigitación, ilusionistas como el Mago Pop, con su especial navideño en La Sexta, mantienen viva la tradición y la revisten de un halo de modernidad al introducir artefactos como el teléfono móvil en sus juegos de manos. Ante sus artimañas, los adultos se vuelven como niños y le prestan sus llaves de casa para que este, en un tris y sin tocarlas, se las ate a los cordones de sus zapatos.

El Mago Pop es pop porque suele presentarse ante famosos para efectuar sus trucos más sorprendentes. A Jordi Évole lo dejó impactado con una moneda voladora y con un cuchillo capaz de atravesar un bloque sólido de metal. Hay trucos de calle que mosquean más al espectador, que, como parodiaba Mota en su especial de Nochevieja, encuentra demasiado obvias algunas manipulaciones fuera de cámara. La trampa que le permite trasladarse por las cabinas de la gran noria de Londres seguro que es efectiva observada en directo, pero, con todo el bagaje que tiene el público sobre efectos especiales, vista en televisión asombra menos que observar una baraja esfumarse o una simple moneda volar.