La popular actriz relató en «El rincón de pensar» algunos de los sucesos más escabrosos de su vida
15 oct 2015 . Actualizado a las 20:23 h.Carmen Maura se abrió en canal para Risto Mejide. La actriz convirtió El Rincón de Pensar en un espacio de confidencias y reveló uno de los episodios más escabrosos de su vida. La musa de Almodóvar se sinceró para contar haber sido víctima de una violación cuando tenía 30 años.
Maura, que vivía en Madrid sola, cuenta que mientras esperaba a que la recogieran para una sesión de doblaje, alguien llamó a la puerta y le dio un puñetazo: «Lo siguiente que recuerdo fue que recuperé el conocimiento y tenía una pistola aquí (señalándose la sien). Y nada, todo lo que conlleva eso, la violación».
Sin embargo, para Maura el peor trago no fue el de la agresión, si no «todo lo que vino después». «Él estaba haciendo el servicio militar y tuvimos un juicio lleno de militares», explica Maura, para después relatar el mal trago que tuvo que pasar a cuenta de su profesión: «Como se enteraron de que era actriz, me hicieron preguntas como '¿Y estás segura de que tú no querías hacerte conocida?'».
De hecho, una de las frases de la entrevista de la actriz que más estupor han causado es en la que señalaba directamente al fiscal del caso: El fiscal era bastante más repugnante que el violador».
Maura lo tiene claro, a día de hoy el trato de la mujer con la policía ya no es el mismo de antaño. Según su propio relato, los guardias civiles no se creyeron la denuncia hasta comprobar que todo su testimonio concordaba con los daños que se podían ver en su casa.
«Luego me dio hasta pena, porque estaba loco», explica Maura, quien asegura que durante el juicio su agresor llegó hasta bromear con ella lanzándole besos, mientras ella estaba rodeada de agentes uniformados: «El que menos me espantaba era el chico».
Una vida complicada
No es este el único relato duro que contó la popular actriz. Carmen Maura se atrevió también con la relación con su exmarido, Francisco Forteza, contra el que se tuvo que enfrentar por sus hijos. Y es que según sus propias palabras, en el momento en que este se llevó a sus hijos a Canarias comenzó una ardua lucha contra la justicia: «Dejé de luchar después de 10 años por cansancio y pensé que era decisión de los niños venir a visitarme». Su determinación le impidió tener relación con su hija entre los 13 y los 17 años: «No volvería a tener hijos, no es absolutamente necesario».