Demasiada tele, Pablo

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

TELEVISIÓN

13 oct 2015 . Actualizado a las 15:00 h.

Podemos, sí, podemos decir que Pablo Iglesias es el primer líder político que nació fundamentalmente en la televisión. Como creación mediática es digna de estudio, sus mensajes llegaron primero a través de la pequeña pantalla y día sí, día no nos fue entrando por los ojos. Lo conocimos primero (a diferencia de otros que salen mucho, pero no traspasan el filtro) en un directo curioso. Fue a partir de entonces cuando las encuestas empezaron a serle favorables, cada vez que Pablo Iglesias chupaba cámara la «cosa política» le iba bien. Sin embargo, de un tiempo a esta parte ese calor de los focos lo está quemando a la misma velocidad que lo iluminó. Podemos decir que es una percepción que empieza a cuajar. El sábado pasado Pablo estuvo en su tertulia habitual de La Sexta y los ganchos que antes tan bien le funcionaban no noquearon ni a Inda ni a los espectadores. Sobre todo cuando en directo se permitió ser entrevistado por Monedero, al que en un tono reseso y muy monjil, de esos que por aquí dan grima, apeló bajo el apodo de «Juanqui». Muy poca frescura se le percibe al líder de Podemos, y este exceso de televisión, como no cambie su discurso (que no cambia), puede dejarlo K.O. antes de lo que cree. La tele tiene esa capacidad de agujerear y ver más allá para lo bueno y para lo malo. Tanto te sube como te tumba sin más. Y es demasiada tele, Pablo.