«Padre Casares» dice hoy adiós

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Después de siete años de éxito, los vecinos de Santo Antonio de Louredo se despiden de TVG y de su fiel audiencia con una fiesta muy especial

28 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Capítulo 232 y último de Padre Casares. La longeva y exitosa producción de Voz Audiovisual pone esta noche (22.05 horas, en TVG) el punto final a siete años de un éxito sin precedentes para la producción audiovisual en Galicia. En el último episodio, titulado Un paseo por Louredo, Don Perfecto está muy contento porque una editorial le ha ofrecido publicar una guía, escrita por él mismo, sobre Santo Antonio de Louredo. Amelia lo anima a organizar una gran presentación y Delmiro le ofrece el local social, porque todo Louredo se siente muy orgulloso del logro de su párroco y está expectante ante el aluvión de turistas que la guía va a generar.

Pero cuando los vecinos se paran a leer el libro descubren que no salen tan bien parados como cabría esperar. La primera pista será para el alcalde, a quien el párroco dedica la página 65, un número que correrá como la pólvora por las calles de Louredo. Después vendrán todos los demás.

El éxito de ventas del libro será tan grande que los visitantes llegarán en manada a la villa y el asunto se les irá de las manos. El alcalde planea entonces hacer algo especial para contentar a tanto visitante y, de paso, hacer negocio. La idea es brillante, polémica y conflictiva: adelantar la celebración del mítico salto do porco.

El final de una gran historia

Con la emisión de este capítulo, la serie Padre Casares llega a su fin después de 232 episodios más alguna entrega especial. En este tiempo, a los habitantes del pueblo más entrañable de TVG les ha dado tiempo a hacer de todo.

Padre Casares, la primera serie de televisión gallega grabada en alta definición, logró batir récords de audiencia como el de su capítulo número 40, emitido el 5 de enero del 2009 y que alcanzó un share medio del 36,4 %. En sus siete años de historia, las aventuras de los vecinos de Louredo (Santo Antonio de) se han impuesto en Galicia a la programación de ámbito nacional con las series de más éxito del momento, concursos, realities y hasta retransmisiones de partidos de la Champions.

Diversos galardones acompañaron a la ficción en su andadura: numerosos premios Mestre Mateo, entre ellos a la mejor serie; el premio ATV a la mejor ficción autonómica; cuatro nominaciones a los premios Ninfa de Oro del Festival de Televisión de Montecarlo, el más importante del mundo; y el premio Bravo de la Conferencia Episcopal Española, por el fomento de los valores humanos.

Además, Padre Casares triunfó más allá de Galicia y dio origen a diferentes versiones: una andaluza, llamada Padre Medina (coproducción de Voz Audiovisual), que en su emisión fue la segunda serie andaluza más vista de Canal Sur; otra balear, Mossèn Capellà (coproducción de Voz Audiovisual), que logró triplicar la cuota de audiencia del canal autonómico; y una tercera valenciana, Senyor Retor, emitida con gran éxito por la Televisión Valenciana. El formato original se emitió, además, en Telemadrid y Castilla-La Mancha Televisión.

Curas nuevos y viejos, beatas, ateos y caciques

A lo largo de siete años, en Padre Casares ha habido nacimientos, bodas y entierros. Curas nuevos y viejos, monjas, beatas, ateos, caciques y comunistas de manual. Pero, sobre todo, ha habido risas y emoción provocadas por el «espíritu de Louredo», un sentimiento caótico que ha hecho que, en las ocasiones importantes, haya aflorado la solidaridad entre sus extravagantes vecinos.

La mayor parte de la serie se ha grabado en interiores, en los platós que Voz Audiovisual posee en A Coruña. A lo largo de estos años, casi todos los decorados se han mantenido. Tan solo desapareció en plena serie el primer despacho del obispo, que pasó a grabarse desde entonces en un interior natural. En su lugar, se construyó la cocina-peluquería de la casa de Puri, un personaje que, aunque ya aparecía en la primera temporada, ganó mucho más protagonismo a partir de la segunda. Precisamente, el dormitorio de Elsa, también en la casa de Puri, es el único decorado construido con posterioridad. A lo largo de estos siete años, la serie también ha salido en alguna ocasión de sus exteriores habituales.

La villa gallega que, por la magia de la televisión, los espectadores gallegos conocen como Santo Antonio de Louredo es en realidad la localidad de Redes, en Ares (A Coruña). El supuesto edificio consistorial de Louredo se corresponde con una casa particular que, como otras fachadas de la villa, se decoraban con atrezo a modo de bar o casa rectoral. Allí está también la playa por la que el padre Casares meditaba su desamor.

Lo que no todo el mundo sabe es que Ares y Santo Antonio de Louredo son dos municipios hermanados, nada menos que desde el 27 de diciembre del 2007. Aquel día, ambas corporaciones municipales (la real y la de ficción) celebraron una comida cuya convocatoria fue lanzada, de manera oficial, por el regidor de Ares que, mediante una carta con membrete, se ponía a disposición del alcalde de Louredo, Edelmiro Ferreira, para todo lo que este pudiera precisar.

En la vida real, la parroquia de Santo Antonio de Louredo no es tan céntrica como sugiere la ficción. La iglesia donde se han rodado estas imágenes es, en realidad, Santa Eulalia de Liáns, en el ayuntamiento de Oleiros, colindante con el de A Coruña.