Las teorías cósmicas de Laura

Beatriz Pallas ENCADENADOS

TELEVISIÓN

25 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Para ser jurado de un festival de la canción suele ser conveniente tener ciertas nociones musicales. Pero eso por sí mismo no basta para trabajar de juez en un concurso como La voz. Para ejercer de eso que se ha dado en llamar coach es preciso, además, crearse un personaje y ofrecer espectáculo. Algo que hizo de forma modélica la nueva remesa de árbitros del programa de Telecinco. A la química que se generó entre ellos, a sus piques y a sus críticas sinceras debe el programa gran parte de la aparatosa acogida que tuvo el lunes en su estreno.

Las dos nuevas incorporaciones aportan frescura al jurado, pero es la excentricidad de Laura Pausini y sus teorías cósmicas la que promete marcar el paso de la nueva temporada. La italiana viene a sustituir las coletillas de Rosario del monstruo y la voz calentita por su propia manía insistente, la de preguntar a cada aspirante su signo zodiacal como si estuviera opositando a presentar un programa nocturno de tarot. Alejandro Sanz, el otro novato, se lleva de calle a todos los concursantes que vienen con el corazón partío de casa. La baza que explota con ironía, para azuzar a sus rivales en las audiciones a ciegas, es la de hacer valer su caché de estrella y sus contactos. Uno y otro ayudan a crear un clima de complicidad y simpatía que convierte a los ocupantes de las sillas giratorias en el auténtico centro de la función.