Machismo, egoísmo y polémica en Masterchef Junior

La Voz REDACCIÓN

TELEVISIÓN

«Estoy rodeado de chicas. Las chicas ya sabéis limpiar genéticamente», dijo Víctor a sus compañeras

07 ene 2015 . Actualizado a las 19:29 h.

«Estoy rodeado de chicas. Las chicas ya sabéis limpiar genéticamente». Son palabras de Víctor, un concursante alicantino de 12 años de la segunda edición del programa Masterchef Junior. Al momento se encontró con la repulsa de sus compañeras, que le recriminaron su actitud: «Cuidadito con lo que dices», le advirtió. Pepe, miembro del jurado y una de las caras más visibles del concurso de TVE, también escuchó el comentario del joven aspirante a chef, y decidió castigarlo obligándole a limpiar a él solo toda la cocina.

En Masterchef Junior, además de mejorar en los fogones, también se pretende que los concursante se empapen de valores solidarios, de igualdad, de respeto y de trabajo en equipo. De este modo, el jurado también decidió penalizar a Víctor con un punto negativo por su comentario de tintes machistas. Sin embargo, el alicantino, se salvó de la quema final al preparar una pizza en otra de las pruebas del concurso, por lo que no fue uno de los expulsados. Peor suerte corrió su compañera Teresa, que ya está en la calle tras quedarse fuera del corte. Teresa fue otra de las concursantes que acaparó más críticas en las redes sociales por parte de los internautas que siguen el programa. Esta niña madrileña de nueve años llamó la atención por sus lloros. En una de las pruebas a los que fueron sometidos los aprendices de chef, en la que tenían que preparar un pastel, Lluc, otro de sus compañeros, se dio cuenta de que se había olvidado coger el chocolate en el almacén, por lo que no podría preparar el postre. Se dirigió a Teresa, que se encontraba a su lado, para preguntarle si a ella le había sobrado algo de cacao. Teresa, que ya tenía su pastel en el horno, le dijo que sí, pero que no lo compartiría con él, ya que tenía que haberse acordado al inicio de la prueba de haberlo añadido al cesto. A los pocos minutos, cuando sacó su pastel del horno, los lloros de Teresa se convirtieron en el gran centro de atención: su tarta estaba rota, y por lo tanto, su continuidad en el programa, en peligro. Otra vez Pepe, el del jurado, tuvo que acercarse a la joven concursante para pedirle que se tranquilizase y que no se tomase las cosas tan a pecho.