María Casado se pone a llorar en pleno directo

La Voz

TELEVISIÓN

Después de una pequeña discusión con la tertuliana Curry Valenzuela, la presentadora de «Los Desayunos» ha tenido que pedirle perdón

18 nov 2014 . Actualizado a las 22:56 h.

La presentadora de TVE Maria Casado ha vivido un momento bastante comprometido esta mañana en pleno directo. Tras un sonado roce con la tertuliana y periodista de ABC Curry Valenzuela, la presentadora de Los Desayunos ha roto a llorar claramente superada por la situación con la invitada a su espacio.

La mecha del incidente prendía cuando la presentadora interrumpía a Curry Valenzuela en medio de su prolongado speach a favor de las prospecciones petrolíferas de Repsol en Canarias. «Curry, que tenemos visita. Hija mía, es que coge la pelota y no la suelta. De verdad, eh», amonestaba Casado a la tertuliana, una regañina a la que rápidamente respondía la señalada: «Solo me cortas a mí. A las demás las dejas hablar todo el rato».

Los reproches de Casado no se han quedado ahí, ya que su respuesta fue tan directa como al anterior: «Tres minutos tú sola, aquí, raca, raca». «A que me cronometro y llevo menos que Pilar y Ana», insistía Valenzuela.

Cuando todo parecía haber sido un mero incidente, entró en escena el invitado Antonio Garamendi, nuevo presidente de Cepyme, y la presentadora comenzó a mostrarse algo abatida, consciente del momento que acababa de vivir. Fue justo cuando Curry Valenzuela dio buena cuenta de su molestia. Al pedir Casado a las invitadas que preguntasen al invitado de la mañana, la tertuliana hacía un gesto negativo con la cabeza mostrando que no iba a hacer preguntas, mostrando con el gesto su claro enfado.

Tras un tenso momento, Casado ha decidido interrumpir el programa para pedir perdón a su compañera: «Antonio, quería hacer un inciso en el programa. Lo primero quería pedirle disculpas públicamente a Curry Valenzuela porque sé que por mi culpa se está llevando un disgusto», una frase que a la conductora le costó terminar a causa de las lágrimas que le llenaban los ojos.

Los cámaras, conscientes del disgusto que estaba pasando Casado, decidieron centrar la atención en Valenzuela –quien intentando quitar hierro al asunto decidió preguntar al invitado- sin darse cuenta de que lo que las cámaras no eran capaces de captar, sí que fueron los micros, gracias a los que se escuchaban de fondo el llanto y los suspiros de la presentadora.