Pedro García Aguado: «El principal error de padre es decir: hijo, tú eres el centro del universo»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

TELEVISIÓN

Aguado se hizo un «selfie» con el público al fondo en la charla que ofreció en Bertamiráns.
Aguado se hizo un «selfie» con el público al fondo en la charla que ofreció en Bertamiráns. Álvaro ballesteros< / span>

La sobreprotección, advierte, genera jóvenes sin tolerancia a la frustración

06 oct 2014 . Actualizado a las 08:07 h.

Tras superar sus problemas con las drogas y el alcohol, Pedro García Aguado (Madrid, 1968), campeón olímpico de waterpolo, aprovecha sus errores y su experiencia como padre para asesorar a jóvenes conflictivos. Presentador de Hermano mayor y La caja, acaba de publicar un libro, Aprender a educar, junto a Francisco Castaño, en el que insiste en la importancia de poner límites y no sobreproteger al menor. De todo ello habló en las jornadas de igualdad que organizó el Concello de Ames.

-¿Cómo aprender a educar?

-Es un concepto muy amplio. Habría que empezar por decir que hay cosas que hacemos como padres y no tienen el resultado esperado, como sobreproteger a nuestros hijos, que en vez de hacerlos unos chicos felices a algunos los convierte en auténticos tiranos.

-¿Dónde está el límite entre protección y sobreprotección?

-La diferencia está en enseñar a tus hijos que sus actos, sean buenos o malos, tienen consecuencias, los buenos gratificantes y los que no están alineados con las normas no pueden tener consecuencias agradables. Así protegemos a nuestros hijos para que mañana sepan comportarse, de otra forma estamos creando hijos con poca tolerancia a la frustración. La sobreprotección hace que el niño no tenga capacidad de manejarse en la adversidad.

-¿Cuándo empezar a poner límites?

-Una madre llamó a mi compañero, Francisco Castaño, preguntando a qué edad debía empezar a poner límites a su hijo de dos años. Francisco le dijo: ya vas dos años tarde. Los niños nacemos tiranos, no malvados, pero somos tiranos porque necesitamos que nos cuiden. A un niño de uno o dos años ya se le puede decir no cojas el juguete, hay que bañarse... Tienes que estar firme, y desde muy pequeñitos.

-Los casos que abordáis en «Hermano mayor» son muy extremos, ¿qué hay detrás?

-Es un error decir que son extremos, porque la cosa está complicada. El 16 % de los delitos que cometen los menores tiene que ver con violencia con los padres. Hay muchos factores, pero los expertos suelen decir que detrás está la ausencia de límites, de disciplina y de autoridad, que no autoritarismo. La falta de normas en casa.

-¿Es el principal error?

-El principal error es decir, hijo mío estoy aquí para que tú no sufras. Los niños tienen que encontrar retos que superar en la vida, o serán auténticos discapacitados para vivir en sociedad. El problema como padre es decir: hijo mío, tu eres el centro del universo. No, tú eres uno más dentro de este universo.

-¿Hasta qué punto influyen las nuevas tecnologías en la generación de conflictos?

-Intervienen si están mal usadas. Le doy un móvil o un Ipad a mi hijo, pero esa herramienta, que podría servir para estar comunicado e incluso para mejorar su rendimiento, se la doy como ocio de pequeño y para que durante ese tiempo no moleste. Si no le he puesto normas a esa edad, no le voy a quitar el móvil a los 18, porque saltará.

-¿Damos más derechos que deberes a los hijos?

-Muchísimos más. Está muy bien dar derechos, menos mal, pero se nos han olvidado las obligaciones, y las tienen.