Mario López: «Estamos peleando en la primera división de las televisiones»

Beatriz Pallas REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

Rafael Bravo

La cuarta cadena en términos de audiencia apuesta por el entretenimiento

14 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La Sexta acaba de celebrar sus ocho años de existencia y sus primeros 365 días tras la fusión con Antena 3 convertida en la cuarta cadena en los índices de audiencia. Mario López, su director de antena, asegura que el principal reto ahora es abrirse a los contenidos de entretenimiento, desde marcas consolidadas como Pesadilla en la cocina al más reciente éxito de El jefe infiltrado.

-¿Qué balance hace de estos ocho años?

-La Sexta ha sabido crecer y consolidarse como una cadena que es referencia en muchas cosas, como actualidad, entretenimiento o ficción. En definitiva de lo que se trata es de crear una televisión que siga siendo igual de comprometida y sepa abrirse a géneros tan importantes como el entretenimiento. Queremos hacer una cadena diversa, mestiza, que siga manteniendo ese tono transgresor que ha tenido a lo largo de su historia a nivel televisivo y de lenguaje formal y seguir siendo esa cadena diferente al resto.

-Muchos esperaban que con la fusión perdiera ese perfil transgresor. ¿Cómo se ha conseguido?

-La apuesta del grupo Atresmedia por La Sexta ha sido desde el primer momento de mantenimiento de su esencia. Creo que esa fusión está interiorizada ya en el espectador y es evidente que, en un momento en que el país vive una situación especialmente complicada, hemos seguido siendo referencia de compromiso y denuncia, no solo con las cosas que teníamos en pantalla antes de la fusión sino con nuevos programas como La Sexta noche, Más vale tarde o El objetivo, de Ana Pastor.

-Wyoming sigue en antena desde el comienzo de la cadena. ¿Es el buque insignia?

-El momento de El intermedio es espectacular en una franja de mucho consumo y para nosotros es un aporte fundamental de puntos de share, en lo cuantitativo, y también en lo cualitativo, por la validación entre la audiencia de esos valores que nos identifican. Al margen de todo esto, lo que se traduce de la fusión en la ciudadanía es que Atresmedia es un grupo plural, diverso, que trabaja con efectividad cada una de sus marcas.

-¿Un 6,8 % de cuota de pantalla es suficiente para La Sexta?

-El dato es siempre muy importante para una cadena comercial. El umbral de crecimiento de La Sexta no sabría decir dónde está, porque depende de muchísimos factores y sería demasiado reduccionista pensar que solo depende de lo bien o mal que lo podamos hacer. Pero por encima de eso, el crecimiento de La Sexta ha sido sostenido en los últimos meses y a partir de aquí seguiremos trabajando.

-¿Qué target de público buscan para lograrlo?

-Cuando La Sexta se consolida como la cuarta cadena de televisión es porque llega a un espectro de público muy amplio. Evidentemente el perfil seguramente es diferente del que tenía en sus inicios, estamos peleando en la primera división de las televisiones y la apertura a nuevos horizontes de contenido debe seguir profundizando en esa captación de público de amplio espectro.

-¿Se ha resentido de la pérdida de derechos deportivos, como el fútbol o la fórmula 1?

-Los datos dicen que no ha sido así. El año pasado, el primero en que La Sexta no tenía grandes eventos deportivos, ha sido el primero en que hemos logrado superar a nuestro principal competidor, que es Cuatro. De lo que se trataba era de hacer la adquisición del producto adaptado a la dimensión de La Sexta y derivar esa gran inversión en la construcción de cadena.

-Otras cadenas aseguran que habría habido un gran escándalo si hubieran firmado ellas un programa como «Operación Palace». ¿Cómo se consigue hacer algo así sin que ocurra nada?

-La trascendencia del programa fue brutal, porque un dato de un 24 % de cuota en una cadena como la nuestra es un resultado asombroso. Seguramente La Sexta era la única cadena en la que se podía hacer este tipo de juego televisivo como el que llevó a cabo Salvados de la mano de Jordi Évole, una referencia para el mundo de la televisión. Se trataba de innovar dentro de un género que ya existió en numerosos países.