«Salvados» arrasa en audiencia en su estreno de temporada con Pérez-Reverte

La Voz REDACCIÓN

TELEVISIÓN

El regreso de Jordi Evolé cosechó anoche, con su análisis de la crisis y las declaraciones de Pérez-Reverte, la segunda mejor cifra de audiencia de su historia, rozando el 20 % y los 4 millones de telespectadores

28 oct 2013 . Actualizado a las 13:46 h.

Salvados regresó este domingo a la parrilla cosechando un arrollador éxito de audiencia. El particular análisis de la crisis del espacio conducido por Jordi Evolé y las controvertidas declaraciones vertidas por Arturo Pérez-Reverte consiguieron reunir frente al televisor a 4 millones de telespectadores, rozando el 20 % de share, el segundo mejor resultado de su historia.

Salvados estrenó anoche su séptima temporada con ¿La vida sigue igual?, un combativo programa en el que el Follonero quiso destacar el papel de aquellos que luchan en la calle, a nivel local, en favor de los más afectados por la crisis económica. Fiel a su reporterismo más callejero, Evolé mostró situaciones varias, en primera persona, que reflejan cómo el actual contexto financiero, político y social ha ido desgastando estos últimos años la calidad de vida de los españoles. Una asociación vecinal de un barrio de Barcelona concienciada contra el desahucio, una monja que trabaja a diario a pie de calle y el comedor de un colegio fueron los tres ejes que vertebraron el regreso de Salvados, tres puestas en escena de la decadencia y la necesidad, que se coronaron con un sincero y provocador discurso de Pérez-Reverte, que catapultó el espacio del Follonero a los primeros puestos de los Trending Topics de Twitter.

El escritor, que vierte periódicamente su indignación en sus artículos y múltiples tuits, asegura que España es un país maldito históricamente, donde los ciudadanos confunden cabreo con revolución. «Si ahora hubiera una revolución en la calle la gente saldría para ver si le han quemado su coche lo primero», explica. No confía Reverte en una sociedad en la que vaya a triunfar una revolución global, indica que hoy en día solo existen focos locales, enfado personal. «Vivimos en un mundo en el cual hay demasiados mecanismos de anestesia, incluso el miserable tiene cosas que perder», asegura.

La solución que propone el periodista durante su charla con el Follonero para tener una clase política mejor y que la sociedad escuche y confíe es «educar niños para que cuando sean políticos sean mejores». Considera que todo el problema de España es un problema de educación. «Los políticos son la manifestación pública, el síntoma que somos nosotros: la incultura, la vileza, la envidia? el político es nuestra manifestación exterior», comenta a Évole. Pérez-Reverte concluye su discurso con un mensaje optimista: «Va a salir un hombre nuevo de esta crisis, solo falta una generación nueva educada de otra manera». «Si habido una ocasión para que el hombre sea mejor paradójicamente la estamos teniendo ahora».