«La Voz»: Todos quieren a Bisbal

La Voz REDACCIÓN

TELEVISIÓN

La Voz

La segunda edición del programa de talentos musicales de Telecinco se estrenó anoche con un rotundo éxito de audiencia. En el plató, el «coach» de Almería fue el gran protagonista

17 sep 2013 . Actualizado a las 15:40 h.

La Voz arrancó este lunes su segunda edición con la primera entrega de las audiciones a ciegas, los particulares procesos de selección del programa de talentos musicales de Telecinco en los que los aspirantes a concursantes deben cantar con los cuatro coaches -Malú, Bisbal, Rosario Flores y Antonio Orozco- de espaldas para que estos puedan juzgar tan solo su voz. El estreno de La Voz se saldó, avalado por el enorme tirón que el espacio cosechó durante su primera temporada, con un rotundo éxito de audiencia (23 % de share y 3,4 millones de telespectadores), desbancando del liderazgo a La Cúpula e Isabel.

La Voz sigue exactamente el camino trazado por su anterior entrega. El ritmo del programa recae en los cuatro entrenadores, que, entre gracias y comentarios mantienen la tensión del concurso durante sus más de tres horas. La huida de Melendi de las filas de La Voz desenfundó el miedo a que la dinámica de las galas perdiese fuelle. El asturiano fue una de las piedras angulares de la segunda edición y tras su marcha, los escépticos comenzaron a cuestionar que Antonio Orozco, su sustituto al frente del pulsador, fuese capaz de mantener el tipo. Pero el cantante y compositor aprobó con nota su primera prueba de fuego. El de ayer fue un programa entretenido, distendido por las aportaciones de Orozco que, sorprendentemente, encaja a la perfección con sus compañeros de sillón.

En cuanto a los nuevos concursantes, diez afortunados fueron elegidos anoche en las primeras audiciones a ciegas de La Voz. Se quedaron por el camino voces como la de Hermione Granger, al quedar descalificada su dobladora oficial, o la de la hermana de la actriz Kira Miró, que no consiguió despertar el interés de los coaches. Al margen de estas dos anecdóticas aspirantes, el gran protagonista de la noche fue David Bisbal. ¿Qué tiene el almeriense que levanta tantas pasiones?

De la decena de escogidos que consiguieron que al menos uno de los coaches de La Voz se diese media vuelta para convencerle de que formase parte de su equipo, cuatro se echaron a los brazos de Bisbal, mientras que sus otros tres compañeros contemplaban atónitos cómo se iban quedando con las manos vacías. Será porque Rafa, integrante del equipo de David Bisbal, se alzó como ganador de la primera edición de La Voz o por la identificación que sienten los concursantes con el andaluz por el hecho de haber saltado a la fama gracias a un talent show similar a La Voz. O puede que por el fenómeno fan que despierta el de los rizos allá por donde pasa. El caso es que casi la mitad de los seleccionados ya están de su parte: el argentino Darío, la lírica Estíbaliz, la solicitada Dina y Tina Riobo, que quedó descalificada el año pasado después de que ninguno de los entrenadores confiase en su talento.

Los seis elegidos restantes de La Voz se repartieron de la siguiente manera: Antonio Orozco se quedó con la emoción de Ainhoa y la potente personalidad del rastafari Jaume; Rosario, con el sentimiento flamenco de Estela y la vintage Idoia; y Malú, con el flamenco de David y el encanto del que tiene todas las papeletas para ser el guapo de la edición, el italiano Gabri. La cantante lo convenció con un sutil «Te deseo en mi equipo».

Con diez balas cargadas ya, La Voz continuará el lunes que viene sus sesiones de reclutamiento. Descalificados quedaron personajes como Mayka Alonso, Frank y Salva, Laura Pastor y Sarah Miró, que se repartieron reacciones de resignación y encaprichamiento por igual.