«Salvados»: Évole triunfa con los «olvidados» del metro de Valencia y Juan Cotino a la fuga

César Rodríguez Pérez
C. Rodríguez REDACIÓN

TELEVISIÓN

El programa de Jordi Évole logró el 15 % de cuota de pantalla y acaparó la atención en Twitter por la huida de Juan Cotino

29 abr 2013 . Actualizado a las 19:48 h.

Salvados triunfó en la noche del domingo. El programa de Jordi Évole sobre los olvidados del accidente de metro de Valencia se convirtió en el segundo espacio más visto después de la película de la 1 Plan oculto: logró un 15 % de cuota de pantalla con sus revelaciones sobre un siniestro ocurrido en el 2006 y en el que murieron 43 personas.

La culpa del accidente del metro de Valencia la tuvo el maquinista. Al menos esa fue la versión ofrecida por los responsables del servicio y las autoridades valencianas desde el primer día. Fue ratificada por una comisión de investigación en el parlamento autonómico que concluyó que el siniestro, atribuido al exceso de velocidad del convoy «no era previsible ni evitable». Salvados desmontó esa explicación oficial.

La investigación fue dirigida políticamente para convertir al maquinista en cabeza de turco y hacer que las autoridades huyeran de cualquier responsabilidad. Eso fue lo que contó Évole en un programa que exhibió documentos muy reveladores e incluyó testimonios relevantes. La Generalitat de Camps difundió argumentarios con respuestas para todos los que participaron en la comisión de investigación. El objetivo era evitar que el Gobierno autonómico saliera salpicado y tapar un escándalo que hubiera podido incidir en la visita del papa Benedicto XVI a Valencia.

En Salvados hablaron familiares de las víctimas, un maquinista y el que fuera jefe de seguridad de Ferrocarrils, Arturo Rocher, que denunció la imposición de un vergonzoso pacto de silencio por parte del Ejecutivo autonómico.

La intervención más polémica, la que ha dado más que hablar en Twitter, fue la de Juan Cotino. El actual presidente del parlamento valenciano era entonces consejero de Agricultura de la Generalitat de Camps. Y, según las denuncias de los familiares de las víctimas ejerció de mediador prometiendo empleos públicos para tapar reclamaciones ante la justicia.

«No le quiero responder a usted»

Évole intentó que Cotino diera su punto de vista sobre el tema. No lo logró. El veterano dirigente del PP -fue director general de la Policía, Delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana y vicepresidente de la Generalitat- está acostumbrado a lidiar con la polémica tanto por sus posicionamientos ideológicos ultracatólicos como por su implicación en el escándalo Bárcenas. Pero no quiso hablar. E incluso recurrió a burdas maniobras -como hacerse pasar por su hermano al teléfono- para evitar pronunciarse.

El follonero intentó preguntar en persona a Cotino. El presidente del Parlamento valenciano ni se paró. Y se produjo una curiosa escena con el periodista interrogando a la carrera a un político que huía con la corbata al viento, jaleado con cánticos por el público presente en la feria del vino que inauguraba, y que lo tenía muy claro: «No le quiero responder a usted».

El Consell defiende a Cotino

El vicepresidente del Gobierno valenciano, José Císcar, ha salido al paso de las numerosas críticas recibidas hoy por Cotino en las redes sociales y de las peticiones de la oposición en el parlamento autonómico, que quiere reabrir la comisión de investigación.

Para Císcar, el siniestro del metro de Valencia es uno de los accidentes «más investigados de la historia de España». Considera las críticas a Cotino como «normales» y afirma que lo que hizo Cotino fue «estar al lado de las víctimas y respaldarlas y ayudarlas».