En los próximos días, Voz Audiovisual comenzará a rodar los nuevos capítulos de la que será su temporada número trece
08 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Padre Casares es el último gran clásico de Televisión de Galicia. Un referente de la comedia coral que en los cinco años que lleva en antena ha conquistado a los espectadores con una fórmula infalible que combina humor y ternura y que ha logrado imponerse en Galicia a las grandes apuestas de entretenimiento de las cadenas nacionales.
En los próximos días, Voz Audiovisual comenzará a rodar los nuevos capítulos de la que será su temporada número trece y que deparan nuevas sorpresas para los singulares habitantes de San Antonio de Louredo.
Mientras se gestan los nuevos episodios, los telespectadores disfrutarán esas noches de otra de sus entregas todavía inéditas. Hoy, ante la continuada ausencia de Amelia, a Rodrigo no le quedará más remedio que dejar las tareas del hogar para centrarse en los asuntos de la parroquia. Apelando al buen corazón de las beatas y al delicado estado de salud del anciano párroco, pedirá la colaboración ciudadana para encontrar una nueva asistenta para la casa rectoral. Pero el joven párroco intentará que, a modo de voluntariado, una vecina cubra el puesto sin percibir un sueldo a cambio.
Las mujeres harán valer sus derechos laborales y a Rodrigo no le quedará más remedio que cambiar de estrategia: el puesto ofertado pasará a ser, por sus condiciones y privilegios, el empleo más deseado por las féminas de la villa.
Don Crisanto tiene muy preocupados a sus vecinos. Habla solo y, en su delirio, cree ver al mismísimo santo Antonio. Los médicos dicen que precisa mucho descanso y sus feligreses rezan por él. Y motivos no les faltan, puesto que la frontera entre la realidad y la imaginación de don Crisanto es, cuando menos, difusa.