Mariló Montero se preguntó a sí misma en directo: «¿Está bien donar órganos de una persona que ha matado a otras personas? ¿Alguien querría recibir el pulmón, el hígado, el corazón que otro que ha quitado vidas? ¿Pasa algo por llevar el órgano dentro de ti de una persona que ha matado a otros?», para después terminar explicando que la Organización Nacional de Transplantes había hecho una excepción en su férreo protocolo y había explicado que no se había aceptado la donación de Alfaro.
«No puedo negarles que he sentido tranquilidad al saber que los órganos de este hombre no van a dar vida a nadie, sinceramente» sentenció Mariló Montero, a lo que añadió, «yo no querría esos órganos». Y cerró el programa con una frase aún más increíble: «No está científicamente comprobado, pero nunca se sabe si ese alma está trasplantada también en ese órgano. Salud y suerte».