Mariló Montero, apareció, ya al final, acompañada de su inseparable doctor Luis Gutiérrez, junto al cual promocionaba el libro Saber cuidarse. La presentadora ya había hecho acto de contrición el fin de semana en un artículo publicado en prensa para confesar su pecado de «confundir intensidad con agresividad».
Pero ayer hizo lo mismo en directo, sin esquivar, de paso, la difícil situación que atraviesa la cadena y sus audiencias menguantes. Constató que, después de un parón de verano que fue necesario para permitir a la cadena adaptarse a su nueva situación de recorte presupuestario, «la fidelidad de los espectadores se resiente». Y continuó: «Hacemos un producto muy bueno, con muchísimo trabajo y a la altura de televisión pública; los cinco primeros programas de la temporada han sido los mejores que hemos hecho. Luego ya vino una metedura de pata, pero bueno...».