El intérprete encarna a Eric, uno de los vampiros de «True Blood»
12 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Sin duda, la trilogía Millenium ha convertido Escandinavia en un lugar atractivo a los ojos del mundo. Alexander Skarsgard (Estocolmo, 1976) contribuye a ese encanto con su trabajo en True Blood. Gracias a esta serie de vampiros que emite Cuatro los sábados, el actor se ha convertido en un símbolo erótico de la pequeña pantalla. Su papel del vampiro Eric brinda erotismo, peligro y un lacónico humor que hace palpitar la femoral de todos los admiradores de la ficción. En EE.?UU., su quinta temporada se estrena el 6 de junio y en agosto llegará a España de la mano de Canal Plus.
-Suecia está de moda. ¿Se siente embajador de su país?
-No siento esa responsabilidad, pero confieso que estoy muy orgulloso de mi país y trato de representarlo lo mejor posible. Lo echo mucho de menos cuando estoy en Los Ángeles.
-¿Qué le falta de Estocolmo?
-Mi familia y mis amigos de la infancia. Además, el estilo de vida es muy diferente. Estoy feliz en Los Ángeles, pero la vida es distinta. Allí ni siquiera tenía coche, iba caminando de un lado a otro. En Los Ángeles uno vive dentro de una burbuja.
-¿La nueva temporada de «True Blood» viene cargada de sexo?
-¿Cuándo has visto un episodio de True Blood sin sexo? El público tiene la oportunidad de sentarse y disfrutar porque, además, tiene guiones y diálogos inteligentes. Creo que dicen mucho de nuestra sociedad.
-¿Cómo ha conseguido que este vampiro no sea una caricatura?
-Trato de no sobreactuar. Lo manipulo a mi antojo. Soy un fanático de las viejas películas de vampiros, desde la interpretación de Max Schreck en Nosferatu hasta la de Bela Lugosi en Drácula. Eric es dueño de un club y parece humano. En ese sentido, quería hacerlo real, pero, al mismo tiempo, mostrar sus cualidades animales.
-¿Cómo es él?
-Muchos lo cuestionaron después de la primera temporada, pero han descubierto que es más que un villano. Es leal y tiene emociones, aunque se deja guiar por su instinto animal.
-La sexualidad de Eric lo está convirtiendo en un símbolo erótico. ¿Le gusta la etiqueta?
-Soy consciente de que mi imagen pública se identifica con la de mi personaje, pero yo no soy como Eric. Al público lo que le gusta es mi personaje, no yo. De todas formas a mí no me interesan los papeles solo para lucir físico. Siempre he tratado de buscar personajes que tuvieran sustancia. Ser demasiado vanidoso es un suicidio como artista.
-Están en pleno rodaje de la quinta temporada. ¿Cuánto tiempo se ve en la serie?
-Se supone que los vampiros no envejecemos, así que será un problema si llego a los 55 y sigo siendo Eric.