Me entero de que el Consell de l?Audiovisual de Catalunya ha pedido al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio que obligue a Telecinco a emitir el programa Sálvame fuera de la franja horaria de protección infantil para menores de 13 años, y no puedo evitar pensar que son unos irresponsables. ¿O no se dan cuenta de que gracias a Jorge Javier Vázquez y su troupe esos niños podrán saber no solo quién es Carmen Lomana, sino también quién es Jaime Gil de Biedma?
Tengo pruebas. Ocurrió una tarde cualquiera, cuando una tal Paqui, la Coles, ex amante, o eso dice, de uno de los hombres del clan Janeiro -no me pidan que precise cuál- fue arengada por el domador del circo para recitar al poeta con prosodia de Ubrique. Los vellos como escarpias, oigan. Escuchar aquellos versos, mientras los colaboradores mascaban rosquillas, fue una experiencia religiosa. Eso sí, creo que un par de señoras preguntaron en qué quiosco se podía comprar la tal Biedma, y si venía con muestras de maquillaje de regalo. Señores del Consell, a Sálvame solo se le puede reprochar que, en lugar de a Biedma, no escogieran a Neruda y su Me gustas cuando callas.