Nadie arriesgó en Nochebuena

Miguel Anxo Fernández REDACCIÓN.

TELEVISIÓN

Las cadenas apostaron por la música y el humor en la jornada más familiar del año. Solo Antena 3 propuso un toque de frescura con un especial del «Club del chiste»

26 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Realmente la oferta de las generalistas por Nochebuena parece más pensada para quienes están convencidos de que es una noche como otra cualquiera ante el televisor y a la espera de representar una vez más su papel de espectadores pasivos, o bien para quienes por razones fácilmente imaginables viven en soledad y no tienen otra alternativa a mano que tragarse cuanto les echen para combatir su aburrimiento.

Todo eso supuestamente ya que en principio esas horas están reservadas para enchentas dignas del Pantagruel imaginado por don François Rabelais en el pretérito XVI. No parece muy compatible zamparse todo tipo de exquisiteces culinarias con la mirada puesta en la tele aunque sea por el rabillo del ojo. Con el añadido de las obligadas conversaciones que, según cuentan las estadísticas, muchas suelen terminar como el rosario de la aurora, sobre todo cuando a los parientes se les da por mentar la política o aflorar viejos resquemores familiares? Quiere esto decir que suele estar más interesante la gastronomía y la verborrea que cuanto vomite la poco promiscua Madame televisión.

?Viaje con la radio a 1954

Será por eso que un año más, los diseñadores de contenidos no se han exprimido las neuronas de la imaginación, que el patio no está para experimentos y las cuentas tampoco para muchas alegrías.

El mensaje del Rey es el disparo de salida en busca y captura de una audiencia indeterminada a la que tampoco importa saber que todo es pregrabado y enlatado. Pero si, realizadas las correspondientes valoraciones a vuelazapping, el ganador de la noche en cuanto a riesgo y un toque de frescura, parece haber sido Antena 3 con el El club del chiste . Especial Nochebuena, no tanto por el fácil recurso al humor, sino porque se han tomado su tiempo en vestuario, estilismo, ambientación y por qué no, en la selección de invitados trasladados a la víspera de Navidad de 1954, con la mirada puesta en un clásico del cine español Historias de la radio , que ese año filmara Sáenz de Heredia.

Todo comienza en la actualidad, cuando una imprevisión a causa de una fuerte nevada, lleva a Lola a Herrera a recordar algo parecido ocurrido en la España de aquel año, todavía sin televisión. Se agradeció ver a gente de la cadena, como Matías Prats en plan locutor con bigotito de la ficticia Radio Capital, a Roberto Arce como director, a Jaime Cantizano de mendigo, a Jorge Fernández de San José, a Mónica Carrillo, al torero Manuel Díaz El Cordobés, a Lourdes Maldonado y a Isabel Sartorius, entre otros nombres ajenos a la cosa dramática, junto a los chisteros del programa presentado por Anabel Alonso acompañada de los actores Lola Herrera, Arturo Valls, Laura Sánchez y Antonio Molero, por citar algunos. Globomedia hizo pleno en lo que más se agradece en materia catódica, la originalidad.

?A cumplir el trámite

El resto a cumplir el trámite con el objetivo puesto en su target más fiel, no sea que les rompan los esquemas con una oferta demasiado rupturista. La Primera, aparte de recurrir a Cuéntame cómo pasó combinando ficción con realidad, regresó al peculiar Raphael ya reconvertido en almendro con patas que regresa por Navidad? Otra vez combinando viejos temas (¿pero de verdad es tanta la añoranza?) acompañados de su singular batería gestual con duetos junto a otros cantantes, entre ellos su propio hijo, Manuel Martos en un caso de disculpable nepotismo. Viva la ranciedad.

Telecinco se fue a lo más fácil, a un maratoniano contenedor La noche en Paz con Paz Padilla y Joaquín Prats hijo, combinando canciones con humor y otras lindezas vistas una y cien veces.

Cuatro optó por salirse del plató con Cenamos con Callejeros y Callejeros viajeros (Tierra Santa y Navidad en Laponia), con los que además se ahorró una pasta en producción. La Sexta pasó ampliamente del tema y TVG recurrió a dar a su habitual Luar de los viernes un tono especial en consonancia con la noche, con todos los ingredientes queridos a su audiencia, incluido el porompompero Manolo Escobar.